feed

Feliz año nuevo !!!

La hazaña del Globo "El Huracán"


Un 28 de diciembre, pero de 1909 Jorge Newbery realizó su travesía más apasionante, cuando salió desde el barrio de Belgrano, en la ciudad de Buenos Aires, y llegó hasta la ciudad brasileña de Bagé. En el globo al que llamo “El Huracán”, Jorge Newbery batió el récord sudamericano de duración y distancia: 550 kilómetros en 13 horas, para unir Argentina, Uruguay y Brasil. Para la época fue una verdadera hazaña. Dicho hecho fue el que inspiró el distintivo de nuestro querido Club y el que decidió que se adoptara como símbolo el “Globo Huracán”. La autorización de Newbery llegó en febrero de 1911, en una carta dirigida al Presidente del Club Atlético Huracán en ese momento, Don José Laguna. En mayo del mismo año, la Comisión Directiva del Club designó socio honorario a Jorge Newbery y luego lo convirtió en el primer presidente honorario.

Cuando el club alcanzó la categoría más alta del fútbol argentino (1914), se le envió un telegrama que decía:

“Hemos cumplido. El Club Atlético Huracán, sin interrupción conquistó tres categorías, ascendiendo a primera división, como el globo que cruzó tres repúblicas”.



Prensa Huracán
“La grandeza hecha pasión”

El fin - Jorge Luis Borges


Recabarren, tendido, entreabrió los ojos y vio el oblicuo cielo raso de junco. De la otra pieza le llegaba un rasgueo de guitarra, una suerte de pobrísimo laberinto que se enredaba y desataba infinitamente…
Recobró poco a poco la realidad, las cosas cotidianas que ya no cambiaría nunca por otras. Miró sin lástima su gran cuerpo inútil, el poncho de lana ordinaria que le envolvía las piernas. Afuera, más allá de los barrotes de la ventana, se dilataban la llanura y la tarde; había dormido, pero aun quedaba mucha luz en el cielo. Con el brazo izquierdo tanteó dar con un cencerro de bronce que había al pie del catre. Una o dos veces lo agitó; del otro lado de la puerta seguían llegándole los modestos acordes. El ejecutor era un negro que había aparecido una noche con pretensiones de cantor y que había desafiado a otro forastero a una larga payada de contrapunto. Vencido, seguía frecuentando la pulpería, como a la espera de alguien. Se pasaba las horas con la guitarra, pero no había vuelto a cantar; acaso la derrota lo había amargado. La gente ya se había acostumbrado a ese hombre inofensivo. Recabarren, patrón de la pulpería, no olvidaría ese contrapunto; al día siguiente, al acomodar unos tercio de yerba, se le había muerto bruscamente el lado derecho y había perdido el habla. A fuerza de apiadarnos de las desdichas de los héroes de la novelas concluímos apiadándonos con exceso de las desdichas propias; no así el sufrido Recabarren, que aceptó la parálisis como antes había aceptado el rigor y las soledades de América. Habituado a vivir en el presente, como los animales, ahora miraba el cielo y pensaba que el cerco rojo de la luna era señal de lluvia.
Un chico de rasgos aindiados (hijo suyo, tal vez) entreabrió la puerta. Recabarren le preguntó con los ojos si había algún parroquiano. El chico, taciturno, le dijo por señas que no; el negro no cantaba. El hombre postrado se quedó solo; su mano izquierda jugó un rato con el cencerro, como si ejerciera un poder.
La llanura, bajo el último sol, era casi abstracta, como vista en un sueño. Un punto se agitó en el horizonte y creció hasta ser un jinete, que venía, o parecía venir, a la casa. Recabarren vio el chambergo, el largo poncho oscuro, el caballo moro, pero no la cara del hombre, que, por fin, sujetó el galope y vino acercándose al trotecito. A unas doscientas varas dobló. Recabarren no lo vio más, pero lo oyó chistar, apearse, atar el caballo al palenque y entrar con paso firme en la pulpería.
Sin alzar los ojos del instrumento, donde parecía buscar algo, el negro dijo con dulzura:
—Ya sabía yo, señor, que podía contar con usted.
El otro, con voz áspera, replicó:
—Y yo con vos, moreno. Una porción de días te hice esperar, pero aquí he venido.
Hubo un silencio. Al fin, el negro respondió:
—Me estoy acostumbrando a esperar. He esperado siete años.
El otro explicó sin apuro:
—Más de siete años pasé yo sin ver a mis hijos.
Los encontré ese día y no quise mostrarme como un hombre que anda a las puñaladas.
—Ya me hice cargo —dijo el negro—. Espero que los dejó con salud.
El forastero, que se había sentado en el mostrador, se rió de buena gana. Pidió una caña y la paladeó sin concluirla.
—Les di buenos consejos —declaró—, que nunca están de más y no cuestan nada. Les dije, entre otras cosas, que el hombre no debe derramar la sangre del hombre.
Un lento acorde precedió la respuesta de negro:
—Hizo bien. Así no se parecerán a nosotros.
—Por lo menos a mí —dijo el forastero y añadió como si pensara en voz alta—: Mi destino ha querido que yo matara y ahora, otra vez, me pone el cuchillo en la mano.
El negro, como si no lo oyera, observó:
—Con el otoño se van acortando los días.
—Con la luz que queda me basta —replicó el otro, poniéndose de pie.
Se cuadró ante el negro y le dijo como cansado:
—Dejá en paz la guitarra, que hoy te espera otra clase de contrapunto.
Los dos se encaminaron a la puerta. El negro, al salir, murmuró:
—Tal vez en éste me vaya tan mal como en el primero.
El otro contestó con seriedad:
—En el primero no te fue mal. Lo que pasó es que andabas ganoso de llegar al segundo.
Se alejaron un trecho de las casas, caminando a la par. Un lugar de la llanura era igual a otro y la luna resplandecía. De pronto se miraron, se detuvieron y el forastero se quitó las espuelas. Ya estaban con el poncho en el antebrazo, cuando el negro dijo:
—Una cosa quiero pedirle antes que nos trabemos. Que en este encuentro ponga todo su coraje y toda su maña, como en aquel otro de hace siete años, cuando mató a mi hermano.
Acaso por primera vez en su diálogo, Martín Fierro oyó el odio. Su sangre lo sintió como un acicate. Se entreveraron y el acero filoso rayó y marcó la cara del negro.
Hay una hora de la tarde en que la llanura está por decir algo; nunca lo dice o tal vez lo dice infinitamente y no lo entendemos, o lo entendemos pero es intraducible como una música… Desde su catre, Recabarren vio el fin. Una embestida y el negro reculó, perdió pie, amagó un hachazo a la cara y se tendió en una puñalada profunda, que penetró en el vientre. Después vino otra que el pulpero no alcanzó a precisar y Fierro no se levantó. Inmóvil, el negro parecía vigilar su agonía laboriosa. Limpió el facón ensangrentado en el pasto y volvió a las casas con lentitud, sin mirar para atrás. Cumplida su tarea de justiciero, ahora era nadie. Mejor dicho era el otro: no tenía destino sobre la tierra y había matado a un hombre.



Jorge Francisco Isidoro Luis Borges Acevedo (Buenos Aires, 24 de agosto de 1899–Ginebra, 14 de junio de 1986) fue un escritor argentino, uno de los autores más destacados de la literatura del siglo XX. Publicó ensayos breves, cuentos y poemas. Su obra, fundamental en la literatura y en el pensamiento universales y que ha sido objeto de minuciosos análisis y de múltiples interpretaciones, trasciende cualquier clasificación y excluye todo tipo de dogmatismo

Es considerado uno de los eruditos más reconocidos del siglo XX. Ontologías fantásticas, genealogías sincrónicas, gramáticas utópicas, geografías novelescas, múltiples historias universales, bestiarios lógicos, silogismos ornitológicos, éticas narrativas, matemáticas imaginarias, thrillers teológicos, nostálgicas geometrías y recuerdos inventados son parte del inmenso paisaje que las obras de Borges ofrecen tanto a los estudiosos como al lector casual. Y sobre todas las cosas, la filosofía, concebida como perplejidad, el pensamiento como conjetura, y la poesía, la forma suprema de la racionalidad. Siendo un literato puro pero, paradójicamente, preferido por los semióticos, matemáticos, filólogos, filósofos y mitólogos, Borges ofrece —a través de la perfección de su lenguaje, de sus conocimientos, del universalismo de sus ideas, de la originalidad de sus ficciones y de la belleza de su poesía— una obra que hace honor a la lengua española y la mente universal.

Ciego a los 55 años, personaje polémico, con posturas políticas que le impidieron ganar el Premio Nobel de Literatura al que fue candidato durante casi treinta años.

Que un individuo quiera despertar en otro individuo recuerdos que no pertenecieron más que a un tercero, es una paradoja evidente. Ejecutar con despreocupación esa paradoja, es la inocente voluntad de toda biografía.
J.L.Borges

ESPERANZA EN LOS DÍAS QUE VIENEN

ESPERANZA EN LOS DÍAS QUE VIENEN

Augusto Tamayo Vargas

Yo tengo el corazón puesto sobre el futuro.

Puesto en los hijos que de mis hijos vengan.

Puesto en el corazón de los que vengan luego.

Puesto en los miles que han de venir mañana.



Tengo puesto mis brazos en las calles del mundo.

Puesto en los hijos que de mis hijos vengan.

Cuando vengan hacia la tierra las mieses del aire;

Cuando giren los astronautas en torno de las rosas.



Tengo los ojos puestos en los números del calendario próximo.

Puesto en los hijos que de mis hijos vengan.

Cuando vengan marcando con su ritmo el rojo de las fiestas

Y tengan en sus manos tréboles de diez hojas.



Yo tengo mis pies puestos en el camino del tiempo que se viene

Y he de llegar a verlo!!!


 Augusto Tamayo Vargas nacido el 6 de septiembre de 1914, en Lima, Perú; fue un destacado poeta, narrador e historiador de la literatura peruana. Fue ministro de educación, rector y profesor emérito de la Universidad de San Marcos, decano de la Facultad de Letras de la UNMSM, director de la Academia Peruana de la Lengua, director del Instituto Nacional de Cultura.Profesor por más de treinta años de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, en la que fue catedrático, decano y rector, es autor de una vasta obra literaria e histórica, y recibió innumerables condecoraciones, distinciones y homenajes de gobiernos extranjeros, de la Municipalidad de Lima, de instituciones internacionales y de universidades de muchas partes del mundo.Nacido en Lima el 6 de septiembre de 1914 de doctoró en Literatura en 1937 en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos en 1940.En 1964, fue electo Decano de la Facultad de Letras de la Universidad San Marcos, siendo declarado Catedrático Emérito.Miembro de la Academia Peruana de La lengua y después Presidente en 1982. También fue Presidente de la Sociedad Boliviana del Perú en 1966; Ministro de Educación del Estado Peruano en 1969; Miembro de la Comisión Nacional del Sesquicentenario de la Independencia del Perú desde 1969 hasta 1974. Director de la Crónica de 1980 a 1984; Director General del Instituto Nacional de Cultura (1984). Falleció el 6 de mayo de 1992 en Lima.

Vienen por todos


"Primero vinieron a buscar a los comunistas, y yo no hablé porque no era comunista. Después vinieron por los socialistas y los sindicalistas, y yo no hablé porque no era lo uno ni lo otro. Después vinieron por los judíos, y yo no hablé porque no era judío. Después vinieron por mí, y para ese momento ya no quedaba nadie que pudiera hablar por mí" 

Esta cita frecuentemente se atribuye a Bertolt Brecht , siendo parte sin embargo de El Camino; obra de este último.
La cita original se reproduce aquí abajo y corresponde a un texto de Martin Niemöller (Lippstadt, Renania del Norte-Westfalia, 14 de enero de 1892 – Wiesbaden, Hesse, 6 de marzo de 1984) quien fuera un pastor luterano alemán.

 «Cuando los nazis vinieron a buscar a los comunistas,
guardé silencio,
porque yo no era comunista,
Cuando encarcelaron a los socialdemócratas,
guardé silencio,
porque yo no era socialdemócrata
Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas,
no protesté,
porque yo no era sindicalista,
Cuando vinieron a buscar a los judíos,
no pronuncié palabra,
porque yo no era judío,
Cuando finalmente vinieron a buscarme a mi,
no había nadie más que pudiera protestar.» 

La fuente original es el poema "Cuando los nazis vinieron...", que trata acerca de las consecuencias de no resistir las tiranías en los primeros intentos de su establecimiento. El orden exacto de los grupos y las palabras están sujetas a disputa, ya que existen muchas versiones, la mayoría transmitidas oralmente. 
Martín Niemöller, su autor, menciona que no se trataba originalmente de un poema, sino de un sermón en la semana santa de 1946 en Kaiserslautern, Alemania cuyo título era: “¿Qué hubiera dicho Jesucristo?”.


El tiempo ha transcurrido pero este mensaje no deja de ser valioso cada día más. En la Argentina actual muchos adaptan su contenido a los tiempos que corren con textos como el que sigue:

Primero vinieron por los fondos de los jubilados, pero como yo no era jubilado, no me importó.
Después vinieron por el campo, pero como yo no era campesino, no me importó
Luego vinieron por los empresarios, pero como yo no soy empresario, no me importó.
Más tarde vinieron por los jueces, pero como yo no era juez, no me importó.
Después vinieron por los Medios, pero como yo no trabajaba en ninguno, no me importó.
Ahora vienen por mí, pero ya es demasiado tarde...

Hoy más que nunca debemos recordar que el "no te metás" es lo que en más problemas nos mete.

Escapándole a Dios


En el campo hay bichos que son fáciles de arrear. Por ejemplo las abejas. Lo importante es juntar la majada tratando de que las más mansas logren puntear en la dirección correcta. Si esto se consigue, es seguro que todo el resto las seguirá, apretándose incluso al llegar a la puerta en su afán de entrar primero.Pero hay otros animales que no son
fáciles de arrear. Entre ellos está el cerdo. Me perdonarán aquellos que desearían que el cerdo no entrara a formar parte del elenco de las parábolas. Pero recuerden que se nos han metido hasta en el evangelio, y en cantidad. Y los entendidos dicen que este animalito tiene hábitos que lo hacen bastante parecido al ser humano. Por ejemplo en sus hábitos alimenticios, ya que devoran de todo, igual que nosotros. También se nos parecen en la terquedad, que suele ser bastante ingenua en ellos. Si uno quiere llevar un chancho para adelante, y el chancho se ha empecinado en no ir, van a ser inútiles todos los esfuerzos por tironearlo del hocico o por empujarlo desde atrás. En esos casos hay que recurrir a una treta. Esta puede ser doble: colocarlo en la dirección correcta y luego tirarle de la cola para atrás. Entonces el animal para llevarnos la contra tirará para adelante y así llegará al lugar donde queremos llevarlo. La cola le servirá de timón, pero teniendo cuidado de tirarlo siempre en la dirección contraria a la que nosotros queremos conducirlo. La otra manera es dejarlo en libertad, y asustarlo para que dispare. Para ello habrá que asustarlo desde el lado opuesto a fin de que dispare hacia donde nosotros queremos que vaya. De esta manera, creyendo huir de nosotros, marchará justamente hacia el lugar donde ya no podrá más que entregarse por encontrarse embretado. Conocer a los animales es una manera de conocernos a nosotros mismo. Para eso sirven las parábolas, ya sea que traten de bichos o de personas. En realidad, en los dos casos simplemente se refieren a nosotros. Les quiero contar un cuento paisano que, aunque nacido en otro pagos, se nos ha acriollado aquí. Por eso su vestimenta es la nuestra.

Se llamaba Ciriaco. Hombre de campo avezado a todo, no era persona de entregarse así nomás a los reveses de la vida. Siempre había pelados las dificultades, y pensaba seguir haciéndolo mientras la suerte y la vida lo ayudasen.

Una vuelta se dio una misión en su pago. Y allá fue Ciriaco, como buen cristiano, aunque por precavido escuchó de a caballo el sermón que el misionero predicaba a la paisanada reunida junto a un gran algarrobo que sombreaba el rancho que funcionaba como capilla.

El cura también era buen conocedor del alma de su gente. Si en algo era experto, lo era en humanidad. Sabía bien que aquí no se trataba de hacer mucha teología. Simplemente había que conseguir que cada uno arreglase sus cuentas con Tata Dios, porque en cualquier momento el lazo de la vida se podía cortar, y convenía estar preparado. Y en esta argumentación, el cura agarró vuelo y comenzó a cortar por lo duro asegurando que la muerte era una cosa seguro. Tan segura era la muerte que Tata Dios ya sabía perfectamente dónde ésta se encontraría con cada uno, en qué momento esto se daría y de la manera que la muerte nos llegaría. Y presintiendo que Ciriaco era de los más duros para entregarse, dirigió el guascazo de su palabra hacia él afirmando:

- Por ejemplo, Usted, Don. Por más que tenga buen caballo y ni siquiera se haya bajado para escuchar el sermón, no se imagine que le podrá disparar a Dios, como se le dispara a la policía o a una tormenta que se nos viene encima. Por más que dispare, es seguro que a la hora y momento que Tata Dios ya tiene fijado, usted no faltará a la cita en el lugar preciso que la muerte ya conoce y donde le está esperando.

A Ciriaco, la advertencia lo golpió en la matadura. Receloso por instinto, y precavido por costumbre, no se hizo repetir el sermón. Eso podría ser cierto para los demás. Para Ciriaco, estaba todavía por verse.

Y sin esperar más, le cerró espuelas a su moro pampa, que salió como avestruz por esos campos de Dios. Magnífico el flete. Capaz de correr boleado, y de saltar los alambrados sin necesidad de que el jinete se bajara. Al ratito nomás, Ciriaco y su montado eran un punto en el horizonte, gambeteando por entre los talas y chañares. La bandera de su poncho flameaba al aire como emblema de libertad salvaje, dejando flecos perdidos a las ramas, de los espinillos que pretendía retenerlo. Mientras, el paisano se iba diciendo por dentro:

-¡A mí me van a agarrar! Sentada me va a tener que esperar la Muerte, si es que piensa alcanzarme cuando ella quiera. Ciriaco morirá cuando quiera, dónde quiera y de la manera que él quiera. Que para eso es muy hombre, y encima bien montado.

En estos decires iba, mientras tragaba leguas de pampa y monte, ganando terreno por los atajos que sólo el conocía, atravesando arroyos que sólo él conocía, donde nadie lo hubiera hecho. Temeridad de hombre, volaba en su pingo cuerpiando los ñandubay y saltando las pencas sin siquiera rozarlas. En una hora hizo el camino que otro había tenido que hacer en tres. Y cuando más distancia devoraba, más se enceguecía en su convicción de que esta vez la muerte se quedaría con las ganas porque, lo que es, él no pensaba darle el gusto.

Una hora más anduvo de esta manera. Ya su caballo era un manchón de espuma blanca del anca a las verijas. Ciriaco sentía trasmitiéndose a su cuerpo el temblor del cansancio que iba ganando el de su montado. Pero empecinado en su afán de huirle a la muerte, no le daba tregua a las espuelas y al talero con el que castigaba, ya casi inconscientemente, a su generoso animal.

Y así entró en el último trecho de monte antes de salir a campo abierto. Y fue allí. Un tronco atravesaba el camino. Ciriaco insistió a su caballo a saltarlo limpiamente, como lo hiciera con todos los demás. Pero los vasos de su flete tropezaron brutalmente contra el obstáculo. Ciriaco sintió que el animal se le iba de entre las piernas. Las espuelas se le enredaron en el cojinillo y la parte delantera del poncho en la cabecera de los bastos. Salió despedido de cabeza y fue a dar con todo el peso de su cuerpo contra un guayacán, desnucándose.

En ese momento vio apoyada contra el tronco del mismo árbol a la Muerte, que le decía con asombro:

-¡Formalidá, Ciriaco! ¡Esta vez no creí que llegarías a tiempo!

 
 (cuento de Mamerto Menapace)

Colaboración de Margarita Grigera

'Mamerto Menapace' es su nombre, no es un apodo, nacio en Malabrigo, región del Chaco santafesino, hoy norte de la provincia de Santa Fe, el 24 de enero de 1942. Mamerto es un monje y escritor argentino.
Hijo de María Josefina, noveno de trece hermanos, monje benedictino del monasterio Santa María de Los Toldos desde el año 1952. Desde marzo de 1962 a diciembre de 1965 realizó sus estudios de teología en Chile, en el monasterio benedictino de Las Condes, donde fue ordenado diácono por el cardenal Raúl Silva Henríquez, en 1966, fue elegido superior en septiembre de 1974, en agosto de 1980 es bendecido como primer abad de su comunidad de Los Toldos por el cardenal Eduardo Pironio. Fue abad del Monasterio de Santa María de los Toldos por dos períodos, desde 1980 hasta 1992.
Es escritor de cuentos, poesías, ensayos bíblicos, narraciones, reflexiones. Se inspira un tanto en el Cura Brochero. Publica en la Editora Patria Grande desde 1976. Ha editado numerosos libros muy famosos en el ámbito de la Iglesia católica en Argentina y también en el extranjero. Fue ordenado sacerdote el 4 de diciembre de 1966. Ha publicado más de cuarenta libros con temas que van desde el encuentro con Dios al crecimiento en la fe.

Chequeo médico de Martín Fierro


Si sos un tipo feliz
sin temores y sin miedos
no se te ocurra jamás
dejarte hacer un chequeo,
porque te vas a enterar,
sin siquiera suponerlo,
que estás en las diez de últimas
aunque te cueste creerlo.

Seguro van a decirte
que te sobran triglicéridos
lo mismo que fosfolípidos,
sin colesterol del bueno,
y que por los ateromas;
que ellos te van produciendo
ya tenés la cañería
tapada de medio a medio:
que eso preanuncia un infarto,
que todo es cuestión de tiempo...

También te puede ocurrir
que te encuentren un bloqueo,
una elongación de aorta
que no augura nada bueno;
taquicardia sinusal
que habrá que parar a tiempo,
o una isquemia de cuidado
en el ventrículo izquierdo.

Son enormes las variantes
del informe del chequeo,
todo es cuestión del color
del cristal de tu galeno:
inflamación en el colon,
irritación en el recto,
que el intestino delgado
no absorbe los alimentos;
exceso de fosfatasas
o carencia de anticuerpos;
que puedas tener mareos
por culpa del oído medio,
enfisema pulmonar,
úlcera en el duodeno,
insuficiencia renal,
cálculos en el colédoco;
y hasta te pueden decir
aunque no entiendas ni medio,
que "hay una falla en el ácido
desoxi-rribonucleico".

Y aunque te sientas fenómeno
y así le insistas al médico,
lo tenés que aceptar todo
porque lo dice el chequeo.
Lo que más te va a asombrar
-aunque en esto seas un lego-
es la gran similitud
de todos los tratamientos
excluyendo, por supuesto,
el tema medicamentos:
siempre una dieta hiposódica,
andar kilómetro y medio
y nada de carnes rojas
ni embutidos ¡y ni quesos!;
sí pescado -bien hervido-,
y pollo, pero sin cuero...

Tendrás que decirle adiós
a tus grandes compañeros:
el whisky y el cigarrillo,
y hasta al cafecito negro.
Si a vos, que antes del chequeo,
casi te creías Tarzán,
poco menos que un pendejo,
te digan "que estás pa'l jonca
si no lo tomás en serio"...

Por eso querido amigo
a aconsejarte me atrevo:
si sos un tipo feliz,
sin temores y sin miedos,
¡no se te ocurra jamás,
DEJARTE HACER UN CHEQUEO!

Elección


Entre el Parkinson y el Alzheimer,

me quedo con el Parkinson...

Siempre es preferible derramar un poco de vino, que olvidar dónde carajo dejé la botella


Corbata Rojo Punzó


Campaneando una vidriera
la pebeta del local me cautivo
y de gil le compre una corbata de ceda
brillante de color rojo punzo.

Y salí a pavonearme por el barrio
con ese andar canyengue de varón
y al andar con tanto firulete
sentí como que el vientre me llamo.

Urgido por la angustia incontenible
que trae un desarreglo estomacal
acelere mis pasos al boliche
y al baño me mande sin saludar.

Y viendo que el motivo de mi angustia
bajaba con la fuerza de un tropel
mas calmo y ante el echo consumado
descubro, con pavor, que no hay papel.

¡No hay papel!,
me he metido en un embrollo
no queda nada en el rollo
¿Cómo resuelvo el dilema?.

¡No hay papel!,
ni siquiera un pedacito
un boleto, un manuscrito
que me salve del problema.

¡No hay papel!,
corrugado cartulina
o un pedazo de cortina
que me ayude en la ocasión.

¿Por qué será que la vida
nos trae cosas ingratas?,
sacrifique la corbata
de ceda rojo punzo


 

Gran poeta y boxeador


Celedonio Esteban Flores nació en la ciudad de Buenos Aires,en el barrio de Villa Crespo, habitado mayoritariamente por criollos e inmigrantes de diferentes orígenes. En ese activo foco de cultura popular transcurrió su infancia y su adolescencia, convirtiéndose en los años 20 en un poeta y letrista de gran popularidad y de hábitos bohemios. En su juventud también fue boxeador.

Sus tangos, muchas veces sentenciosos y moralizantes, con descripciones de sus personajes, recurrían abundantemente al lunfardo, el argot local de la región del Río de la Plata. Su mejor etapa creativa abarcó hasta principios de los años 30.

En 1920 envió al diario Última hora, ya desaparecido, un poema titulado "Por la pinta", recibiendo 5 pesos como retribución. Los versos de dicho poema llamaron la atención de Carlos Gardel y de su compañero de dúo, José Razzano, que le pusieron música, creando el tango "Margot". Éste era una amarga crítica a la muchacha humilde y bonita que se acomoda y pervierte para escapar de su destino de pobreza.

Gardel grabó 21 temas de Celedonio, entre los cuales se encontraba uno de los mayores éxitos de toda su trayectoria: "Mano a mano", tango en el que un varón salda cuentas con la mujer a la que amó y le ofrece su desinteresada ayuda para cuando ella sea "descolado mueble viejo". Entre los otros tangos que grabó destacan "Mala entraña", "El bulín de la calle Ayacucho", Viejo smoking, "Malevito", "Canchero" y "Pan". Este último contiene una descarnada crítica social, frente a la miseria que siguió a la crisis de 1930. Por razones comerciales, durante varios años Flores escribió exclusivamente para Rosita Quiroga, una notable cantante de fuerte carácter arrabalero y poco refinada. Con el paso de los años, los tangos de Celedonio comenzaron a formar parte de los repertorios de numerosos cantantes, desde Ignacio Corsini y Alberto Gómez, hasta Edmundo Rivero y Julio Sosa.

Otras letras que aunaron valor y éxito fueron las de "Muchacho", "Viejo coche", "Sentencia" (una canción de protesta), "Atenti, pebeta" (tema de corte humorístico), "Pobre gallo bataraz", "Si se salva el pibe" y "Por qué canto así". "La musa mistonga", compuesto por Celedonio y grabado por Rosita Quiroga el 1 de marzo de 1926, fue la primera grabación que utilizó el sistema fonoeléctrico en Argentina.

Cuando murió, llevaba ya cuatro años la imposición de una férrea censura gubernamental sobre las letras de tango, de las que se suprimía todo término lunfardo y cualquier referencia social o moral que no coincidiera con las tesis del gobierno creado a raíz del golpe militar del 4 de junio de 1943. Las letras de las composiciones de Celedonio fueran modificadastanto que amargaron los últimos años de vida de Celedonio. La censura fue desapareciendo después, pero él no vivió para verlo.

Corrientes y Esmeralda, es un tango con mucha fuerza interpretativa… ahí está Buenos Aires con un retrato que aguanta el tiempo, aunque ya no pase el tranvía por Esmeralda.Siempre se comenta que el negro Celedonio Flores “movió” cien metros la gran esquina de tango, que era Corrientes y Maipú porque para versificar le venía mejor Esmeralda, también esquina de tango sin dudas.Gardel lo ha cantado pero no llegó a grabarlo y cambiaba su nombre por el del francés “Charles Boyer”. Este tango con letra de Celedonio Esteban Flores y música de Francisco Nicolás Pracánico fue escrito en 1922, pero mayormente difundido a partir del '33, a lo que ayudó posteriormente el proceso de ensanche de la calle Corrientes, con la consecuente demolición de su vereda norte, lo que cambió notablemente la fisonomía del lugar, avivando la nostalgia de sus antiguos habitués. La que se transcribe a continuación es la letra original, si bien la mayoría de las orquestas grabaron una versión adecentada, con algunas estrofas menos y lenguaje más castizo. El sentido de sus versos es el siguiente(con aclaraciones numeradas):

CORRIENTES Y ESMERALDA
Amainaron guapos junto a tus ochavas
cuando un cajetilla los calzó de cross
(1)
y te dieron lustre las patotas bravas
allá por el año... novecientos dos...
(2)

Esquina porteña, tu rantecanguela
(3)
se hace una melange de caña, ginfitz, (4)
pase inglés y monte, bacará y quiniela, (5)
curdelas de grappa y locas de pris. (6)

El Odeón
(7) se manda la Real Academia (8)
rebotando en tangos el viejo Pigall, (9)
y se juega el resto la doliente anemia
que espera el tranvía para su arrabal.
(10)

De Esmeralda al norte, del lao de Retiro,
franchutas papusas caen en la oración
a ligarse un viaje, si se pone a tiro,
gambeteando el lente que tira el botón.
(11)

En tu esquina un día, Milonguita
(12), aquella
papirusa criolla que Linnig (13) mentó,
llevando un atado de ropa plebeya
al hombre tragedia
(14) tal vez encontró...

Te glosa en poemas Carlos de la Púa
(15)
y el pobre Contursi (16) fue tu amigo fiel...
En tu esquina rea, cualquier cacatúa
sueña con la pinta de Carlos Gardel.
(17)

Esquina porteña, este milonguero
te ofrece su afecto más hondo y cordial.
Cuando con la vida esté cero a cero
te prometo el verso más rante y canero
para hacer el tango que te haga inmortal.
(18)

----------------------------------
Notas:
(1) Se refiere a un incidente que habría protagonizado el Ing. Jorge Newbery (1875-1914), conocido como pionero de la aviación nacional, quien por aquel entonces fuera un joven de la aristocracia local que alternaba entre los sitios más dispares, desde el Jokey Club o el Círculo de Armas, hasta el boliche de Hansen o la esquina de Corrientes y Esmeralda. Como joven snob practicó todos los deportes en boga del momento, entre ellos el boxeo, que era conocido como el deporte ciencia, por la precisión de sus golpes minuciosamente estudiados. De esta manera, se dice que en un enfrentamiento entre Newbery y los compadritos que paraban en esa esquina, el primero respondió a las agresiones aplicando a uno de los pendencieros un preciso cross a la mandibula que lo dejó fuera de combate.

(2) Con el calificativo de "patotas bravas" se alude a los grupos de jóvenes farristas y provocadores que frecuentaban la esquina a comienzos de siglo, más precisamenteel año 1902, y que le "dieron lustre", es decir, realzaron su categoría, claro está que se trata de su categoría de esquina guapa y bravucona.

(3) Con la expresión "rantecanguela" alude a las personas de vida irregular y hábitos nocturnos que pululaban por la calle Corrientes y alrededores, entre los que podía encontrarse individuos de toda laya, aunque por lo general de la peor.

(4) Viene a signifiar que la "rantecanguela" mencionada en le verso anterior, generaba una mescolanza conformada por los elementos detallados en este verso y en los dos siguientes. Ginfitz era una mezcla de ginebra con gaseosa.

(5) Enumera distintos juegos de azar. Pase inglés: juego de dados; monte criollo y bacará: juegos de naipes; quiniela: quiniela.

(6) Borrachos bebedores de grappa y consumidoras de cocaína. Pris es un vocablo que deriva del francés prise que se aplica principalmente al rapé y que, por extensión, en este caso viene a significar "uñada de cocaína".

(7) Teatro inaugurado en 1891 (previamente había funcionado allí el Edén y, luego, el Variedades) en un complejo proyectado por el arquitecto Fernando Moog donde también funcionaban el hotel Roi y el restaurante Royal Keller, reconocido bar literario de la época. Se transformó en una esquina porteña por excelencia. Por su escenario pasaron personalidades como Leopoldo Lugones, Jean Jaurés, Anatole France, Enrico Ferri y artistas como Margarita Xirgu, Eleonora Duse, RuggeroRugeri y Coquelin, entre muchos otros.
En 1985, el Ministerio de Educación y Justicia lo declaró monumento histórico, pero a principios de la década del 90, durante la gestión de Carlos Grosso al frente de la ciudad, se dejó sin efecto esa protección y se autorizó la demolición del teatro. Hoy, la mítica esquina es una playa de estacionamiento.

(8) Alude a la presentación en el referido teatro de la obra La dama boba de Lope de Vega por la compañía que la actriz española María Guerrero dirigía con su esposo. Cuentan que fue tal la emoción que la actriz sintió por el fervor demostrado por el público porteño, que decidió homenajear a la ciudad con la construcción del Teatro Nacional Cervantes.


(9) Royal Pigall: famoso cabaret ubicado en Corrientes 825, donde más tarde funcionó el Tabarís. Allí actuaron las orquestas de Roberto Firpo, Francisco Canaro y Eduardo Arolas, entre otros. El hecho de mencionarlo a continuación del Odeón es para resaltar el contraste cultural que existía en el lugar, con propuestas culturales y de alto nivel académico como la del teatro, y otras eminentemente más populares.

(10) Se refiere a los habituales alternadores de esa esquina, por lo general personas pobres, quienes extenuadas y mal alimentadas emprendían el regreso en tranvía hacia sus hogares suburbanos echando mano a lo último de sus fuerzas.

(11) El sentido general de la cuarteta sería el siguiente: "Del lado norte de Esmeralda, hacia Retiro, bonitas meretrices se hacen presentes al caer la noche, para marcharse con algún ocasional cliente, si se presenta la ocasión, eludiendo hábilmente la mirada del oficial de policía".

(12) Se refiere al personaje del tango de 1920 Milonguita, del poeta uruguayo Samuel Linning(1988-1925), a quien en el tango se nombra también como Estercita y cuya identidad corresponde para algunos a Esther Torres, quien vivió en una casa de inquilinato en Chiclana 3051, mientras que para otros se trata de María Esther Dalton, que vivió a una cuadra de allí en Chiclana 3148. Cuentan que ambas murieron afectadas por la tuberculosis antes de cumplir 18 años y que el escenario de las andanzas de Milonguita fue el cabaret Royal Pigall.

(13) Ver nota anterior.

(14) Con "el hombre tragedia" se alude al personaje de El hombre que está solo y espera de Raúl Scalabrini Ortiz (1898-1959), que define un prototipo de porteño, solitario y taciturno, y lo ubica en la esquina de Corrientes y Esmeralda.

(15) Carlos de la Púa es el seudónimo con que Carlos Raúl Muñoz y Pérez firmaba sus libros. Nació en la ciudad de la Plata, provincia de Buenos Aires, en enero de 1898. Murió en Buenos Aires en mayo de 1950. Se lo llamaba "El malevo Muñoz"o simplemente "El Malevo". Comenzó sus trabajos como escritor colaborando en la revista "El Hogar", luego en 1925 se incorporaba a diario Vespertino "Crítica". Publicó un único libro: La crencha engrasada (1928), considerado la obra máxima de la lunfardía. Fue guionista de Tango (1933), una de las primeras películas sonoras del cine argentino, y dirigió otras dos: Galería de esperanzas (1934) e Internado (1935).

(16) Famoso autor nacido en Chivilcoy, Pcia. de Buenos Aires en 1888. Fue sainetero y cantor guitarrero; escribía letras sobre tangos ya existentes para cantarlas en sus actuaciones; Así escribió sobre la música de Lita, de Samuel Castriota, los versos de Mi noche triste, que rebautizaron al tango y dieron origen a la etapa del tango-canción. Tras varias estancias en Europa, falleció en Buenos Aires en 1932 atacado de demencia, lo que justifica el calificativo de pobre que Celedonio Flores le da en esta letra.

17) Alude a la pretensión de cualquier hombre mediocre e insignificante de lucir con elegancia y distinción, valores que en ese momento estaban sobradamente representados por Carlos Gardel(1890-1935). Si bien hay consenso en que Gardel nunca llegó a grabar este tango, supuestamente por motivos contractuales (había sido comprado por la Víctor, mientras que Gardel tenía en ese momento contrato exclusivo con Odeón), se sabe que lo tenía incluído en su repertorio para sus presentaciones en vivo. Según se cuenta, llegada esta parte, como un gesto de modestia, él cantaba "sueña con la pinta de Charles Boyer", o, según otras versiones, "Maurice Chevallier", ambos actores muy populares a comienzos de la década del treinta.

(18) Los últimos versos simplemente expresan el profundo afecto del autor por esta esquina porteña y manifiestan su intención de inmortalizarla en un tango, como efectivamente ha sucedido sin duda, ya que se trata de una de las esquinas más famosas de Buenos Aires.

-----------------------------------------------------------------------


David Gleiser

El Facón de El Pampa Oberá


Permiso mi comisario, vengo a entregarme señor
Y le traigo este facón aunque esté manchao por sangre
Es sangre de una cobarde que quiso ensuciar mi honor
Sin pedir permiso a Dios, yo mesmo fui el justiciero
Arrancándoles del pecho, a los dos el corazón.

Usted me conoce bien, sabe que no soy matrero
ni soy gaucho pendenciero, pero empresteme atención
allá en mi rancho quedó, sobre la cama tendidos
dos cuerpos que habían vivido con una sola razón
que el de entregarse su amor, tras un engaño escondido.

Yo mesmo levanté el rancho con estas manos señor
Trabajé de sol a sol, pa que tuviera un abrigo
Hice el pozo pal molino y fabriqué las agüadas
Pa´que pudiera mi amada, vivir en forma decente
Era envidia de la gente, los gustos que a ella le daba.

No hay cosechero mejor por estos pagos mi amigo
Las escarchas, el sol y el frío, no pudieron doblegar
Mis ganas de trabajar y al rancho llegar contento
Esperando ese momento para poderla abrazar
Y a mis hijos acunar, sobre mi pecho sediento.

Pero hoy me levanté, tempranito como siempre
Tomé un amargo caliente, y besé a mis angelitos
Ella me alcanzó un abrigo, y apretándome las manos
Me dijo “ volvé temprano, mi amor, que te necesito “
Y tranqueando despacito, rumbeé a la cosecha e granos.

Fue el destino, comisario….Que a la mitad del camino
Me encontrara a mi vecino, que me dejo la noticia
Que hoy había una franquicia y decretaron asueto
Y el patrón como era recto, le dio a toda la peonada
El día libre con paga, por ser día de los muertos.

Y ya me puse contento y el pangaré enderecé
Para mi rancho enfilé pa´disfrutar el momento
La verdad que hacía tiempo que no me daba el gustazo
De tenerla ente mis brazos, con mis cachorros jugar
Largué el caballo al corral, guardé el racado y el lazo.

Abrí la puerta del rancho para darle la sorpresa
Y encontré sobre la mesa, un sombrero gris de paño
Al lao, un facón extraño que cruzaba desde un cinto
Unas botas de carpincho y un pañuelo colorao
Un rebenque bien trenzao y un poncho pampa de abrigo.

Se escuchaban dos gemidos desde la otra habitación
Yo empuñando ese facón, pateé la puerta e la pieza
Y ahí estaba la perversa en los brazos de otro amor
Y de un salto se paró, frente aquel desconocido
Gritando “ largá el cuchillo, te lo pido por favor “.

Mi cuerpo se congeló, y mis ojos se nublaron
Porque en la cama de al lado, dormían mis angelitos
“ hacelo por tus hijitos “ me reprochaba la ingrata
pero ese facón de plata, que sería del estanciero
me temblaba entre los dedos, como pidiendo venganza.

Y ya sin mucha tardanza, la apreté sobre mi cuerpo
Recostado sobre el lecho, volví a sentir su fragancia
Sus labios con esperanza dijeron “ a vos te quiero “
Besé su boca de fuego, como pa´decirle adiós
Y sentí como el facón le atravesaba su cuerpo.

Me persigné ante la cruz, y mirando al estanciero
Le dije “ ahí tenés el fierro, defendete con honor “
Un zarpazo me tiró, ladié para un lao el cuerpo
Le grité por deshonesto voy a calmar mi venganza
Le partí al medio la panza, y al lao de ella cayó muerto.

Aquí tiene mi comisario, este es el facón maldito
Es la prueba del delito que tuvo aquel desengaño
Aunque le parezca extraño, le via a pedir un favor
Entierre junto a los dos, para que Dios se haga cargo
Y a mis cachorros le encargo, pa´que alivien su dolor.

Vocabulario



Siempre es bueno ampliar el vocabulario ..
Aquí va un humilde aporte de Les Luthiers

INESTABLE: Mesa norteamericana de Inés.
ENVERGADURA: Lugar de la anatomía humana en dónde se colocan los condones.
ONDEANDO: Onde estoy.
CAMARÓN: Aparato enorme que saca fotos.
DECIMAL: Pronunciar equivocadamente.
BECERRO: Que ve u observa una loma o colina.
BERMUDAS: Observar a las que no hablan.
TELEPATÍA: aparato de TV para la hermana de mi mamá.
TELÓN: Tela de 50 metros ... o más.
ANÓMALO: Hemorroides.
BERRO: Bastor Alebán.
BARBARISMO: Colección exagerada de muñecas barbie.
POLINESIA: Mujer Policía que no se entera de nada.
CHINCHILLA: Auchenchia de un lugar para chentarche.
DIADEMAS: Veintinueve de febrero.
DILEMAS: Háblale más.
MANIFIESTA: Juerga de cacahuetes.
MEOLLO: Me escucho.
TOTOPO: Mamamífero ciciciego dede pepelo nenegro que cocome frifrijoles.
ATIBORRARTE: Desaparecerte.
CACAREO: Excremento del preso.
CACHIBACHE: Pequeño hoyo en el pavimento que está a punto de convertirse en Bache.
ELECCIÓN: Lo que expelimenta un oliental al vel una película polno.
ENDOSCOPIO: Me preparo para todos los exámenes excepto para dos.
NITRATO: Ni lo intento..
NUEVAMENTE: Cerebro sin usar.
TALENTO: No ta rápido.
ESGUINCE: Uno más que gatorce.
ESMALTE: Ni lune ni miélcole..
SORPRENDIDA: Monja en llamas.

El perro sargento


Entre los perros de nuestra historia figuró Sargento, del Fuerte General Paz, en la década de 1880. Sargento, de raza callejera y muy inteligente, era un fiel custodio nocturno del rancho del comandante. Colaboraba en salir de caza cuando la comida escaseaba. Y podía atrapar una liebre y entregarla a los soldados que, en muchos casos, mandaban a Sargento a la cucha. El perro obedecía sin chistar y sin recompensa.

A las siete de la tarde se anunciaba el momento de rezar. Los soldados del fortín se descubrían, muchos se arrodillaban, todos agachaban su cabeza. Sargento, entonces, se sentaba y miraba hacia el piso, como si estuviera rezando.

En el campo de batalla era muy bravo. En uno de esos habituales entreveros, Sargento quedó tendido e inmóvil en el campo de batalla, sin moverse, junto a un charco de su propia sangre. Cuando terminó el combate, el cabo Ángel Ledesma regresó a donde había caído el compañero canino. Descubrió que respiraba y lo cargó en las ancas de su caballo. En el fuerte, él y su anciana madre, Mama Carmen, se encargaron de cuidarlo.

El Rin Tin Tin criollo se hizo muy amigo de su salvador. Paseaban juntos y por las noches el negro iba a visitar al perro a su guardia, frente al rancho del comandante. Sargento se separaba unos metros de la puerta del rancho para estar con su mejor amigo. Ni al cabo Ledesma le permitía que se acercara por la noche a la casita del coronel.

Durante una salida de relevo de reclutas, en la que participaban Mama Carmen y el cabo Ángel, la patrulla fue emboscada. Allí, un indio hirió mortalmente a Ángel Ledesma. Mama Carmen se lanzó hecha una furia sobre el agresor. La negra y el indio se revolcaban por la tierra, en un combate feroz que paralizó a los demás. Mama Carmen mató a quien había matado a su hijo. Luego cargó el cadáver del negro Ángel en un caballo y se dirigió al Fuerte General Paz, donde Sargento se enteró de la noticia.

A partir de aquel funesto hecho, dejó de verse al Rin Tin Tin criollo de día. Sólo aparecía al atardecer, cuando llegaba el tiempo de custodiar la casa del comandante. Intrigados por la constante desaparición del perro durante el día, un par de soldados lo siguieron y descubrieron lo que ocurría: si bien Sargento vigilaba de noche el rancho del comandante, de día se alejaba para postrarse junto a la tumba del cabo Ángel Ledesma, donde custodiaba, de manera impasible, el descanso eterno de su héroe.

Esta entrada fue publicada en Personalidades por Daniel Balmaceda,

Avisos publicitarios


>>Si su suegra es una joyita... nosotros tenemos el mejor estuche. Funeraria Pérez.
>>Hombre maduro, de buenas costumbres, busca jovencita que se las quite.
>>Viejo verde busca chica ecologista.
>>Divorcios en 24 horas. Satisfacción garantizada o le devolvemos a su cónyuge.
>>Desempleado con muchos años de experiencia, se ofrece para estadísticas.
>>Viejito con mal de Parkinson se ofrece para tocar maracas en conjunto musical cubano.
>>Busco urgentemente cursos para ser millonario. Pago lo que sea.
>>Violo a domicilio, solicite muestra gratis.
>>Vendo auto. 4 puertas, con excelente vista a la calle.
>>Chico tímido busca... bueno... esteee... no, bueno... nada... no importa...
>>Vendo gato de angora... mañana será muy tarde.
>>Viuda negra busca tipo millonario para casarse. Hasta que la muerte nos separe.
>>Buscopersonaltecnicoparaarreglarmibarraespaciadora.
>>Mono recién escapado del Zoo, busca trabajo para ganarse el maní.
>>Psicópata asesino busca chica para relación corta.
>>Cambio caja de juguetes por "devistaspodno".
>>Busco perro y suegra perdidos. Recompensa por el perro.
>>Se ofrece, piloto de pruebas, para fábrica de supositorios.
>>Se necesita cama con muchacha adentro.
>>Hombre invisible busca mujer transparente para hacer cosas nunca vistas.
>>Por diabetes vendo mi flauta dulce.
>>Cambio chicle en buen estado por caramelo con poco uso.
>>Vndo maquina d scribirqu l falta una tcla.
>>Cambio moto hecha mierda, por silla de ruedas.
>>Cambio condón roto por ropa de bebé.
>>Empresario con dos penes, busca secretaria bilingüe.
>>Solicito novia con automóvil, interesadas mandar foto... del automóvil.
>>Cambio suegra por víbora. Pago la diferencia.
>>Joven necesitado vende madre usada en perfectas condiciones. >>Excelente cocinera, buen trato y servicio de despertador. No hacer caso de las lagrimas.
>>Solo para enfermos pobres. Se vende lote de medicinas vencidas al por mayor.
>>Se solicita jovencita de grandes aspiraciones para trabajar como aspiradora.
>>Cambio pastor alemán por uno que hable español.
>>Joven soltero y sin compromiso arrienda media cama.
>>Ce dan Klases de Hortografya.
>>Paloma solitaria busca nido confortable.
>>Cambio lindo perro Doberman por mano ortopédica.
>>Vendo tangas. Hagan cola.
>>Busco señor con biceps, que me llene de besops.
>>Vendo audífono, no escucho ofertas.
>>Cambio alto parlante por enano mudo.
>>Busco mujer demente y de cuerpo.
>>Cambio marido de 40 por dos de 20.
>>Vendo regla sin numerar para medir a ojo.
>>Viejo de 46 busca jóven de 23 para hacer 69.
>>Persona extremadamente olvidadiza necesita urgente... estemmm... eh... bueh, no me acuerdo.
>>Vendo bolsa de dormir de 20 metros. Preguntar por Ana Conda.
>>Vendo Cristo, marca INRI.
>>Se pintan casas a domicilio.
>>Paloma solitaria busca nido confortable.
>>Colegiala precoz, presta la goma si le dan la lapicera.

El Perdón



Son las cinco de la tarde en un pago de leyenda.
A estas horas el ombú, se saca el poncho violeta
y lo tiende sobre el suelo curtido de la tranquera.
No pasa una virazón,
El patio se recalienta
con un brasero e'malvones,prendido no bien clarea,
adonde las ponedoras van a pintarse las crestas
y casi siempre murmuran su rosario las abejas.

El rancho es de palo a pique.
Parece que jué carreta;
porque entuavía se ven entre los yuyos dos ruedas:
una, es la boca del pozo y la otra, la manguera.
Dicen que todo era dulce: el agua, el techo y la dueña,
una viejita muy blanca, que dejó viuda la guerra
con cuatro hijos varones...y se echó esa cruz a cuestas.

Sus manos son un milagro de amor; porque sale de ellas,
tierno el pan del amasijo, tibia la leche que ordeñan,
blanco de espuma el mantel en el altar de la mesa,
donde esas manos bendicen la caridád de la cena,
con la hostia de la luna azulando la cumbrera.

Esas manos día a día, sacan calor de la rueca,
pa antibiar cuatro pichones que desplumó la pobreza.
Y esas manos de la madre, con diez palitos sin juerza,
van haciendo cuatro gauchos a rigor de potro y sierra.
Si alguna vez se enojaba con un gurí, siempre ella,
antes de cerrar la noche, le dió la mano derecha
para que él se la besase con un: "perdonáme vieja"!

Nunca se pudo dormir con un hijo en penitencia.
Y esa tarde, el más muchacho, estando solo con ella,
olvida la ley de Dios, levanta un puño y golpea
el pecho de aquella madre, que es una santa de güena.
A'i nomás monta a caballo dejándola cáida en tierra.

Y a la oración, cuando güelven los cuatro para la cena,
está el fogón apagao y hay un frío de tapera...
-¡Mama! - nadie le responde.
Temblando ya, la campean.
Como buscan a la altura del corazón, no la encuentran;
porque la madre está allí, pero sobre el piso: muerta.

Los cuatro mozos de luto, al campo santo la llevan.
Pesaba tan poco en vida...y aura no pueden con ella!
Doblan por las cuatro puntas aquél pañuelo de tierra...
cain unas flores de yuyo...se santiguan ... y la dejan.
Al otro día un vecino, al pasar por allí cerca,
avisa que a la finada le quedó una mano ajuera.
¡Cómo ! Se miran los cuatro y ninguno malicea,
güelven, le cubren la mano y pa mejor protegerla,
rodean la sepultura con un corralito'e piedra...

Y la misma tarde, un hombre que cruza con su carreta,
le dice que vió la mano otra vez a flor de tierra...
Entonces, al más muchacho, le habló al 'oido la concencia;
porque se puso 'e rodillas en el corralito 'e piedra,
bajó la frente y llorando, pa que la madre l'oyera,
como cuando jué gurí, dijo: "Perdoname vieja!".

Cubrió de besos la mano...después la cubrió de tierra...
y como salía solo para perdonar la ofensa,
dende la tarde del beso ya descansó bajo tierra...
Y naides más vio la mano de la madrecita güena,
que nunca pudo dormir con un hijo en penitencia.


Yamandú Rodríguez (* 25 de mayo de 1891, Montevideo - 15 de marzo de 1957, idem.) poeta, dramaturgo y narrador uruguayo.

En 1913 comienza su producción literaria con el libro de poesías Aires de campo. Años más tarde, en 1917 da a conocer su primer poema dramático titulado 1810 en el Teatro Solís de Montevideo. Este poema que enaltece la gesta patria Argentina, concita un éxito que lo lleva a reeditarlo en el Teatro Nacional Cervantes de Buenos Aires con el elenco de Pascual Carcavallo.

Al año siguiente edita su segundo poema dramático, llamado El Matrero, el cual nuevamente suscita una gran aceptación por parte del público, y es adaptado a una opera posteriormente por el maestro Felipe Boero, convirtiéndose de esa forma en la primera ópera argentina. La misma fue ejecutada en el Teatro Colón de Buenos Aires.

En años posteriores daría a conocer obras como La lanza rota, Juan Sin Tierra o El fraile Aldao, lo que sumado a sus dos éxitos anteriores terminaron por erigirlo en uno de los dramaturgos más importantes de Argentina y Uruguay.

En 1925 publicó una serie de cuentos en la revista El Suplemento (dirigida por Miguel Sanz), la mayoría de los cuales nunca fueron recogidos en libro. A fines de ese año edita un libro de cuentos gauchescos llamado Bichitos de Luz. Posteriormente edita otros libros del género como Humo de Marlos, Cansado y Cimarrones, en los que se puede apreciar una gran capacidad narrativa.

En 1932 realiza una gira por pueblos del interior del Uruguay junto a Felisberto Hernández, en el cual este último tocaba el piano y Rodríguez recitaba sus poemas. Al año siguiente y debido al éxito obtenido en esta gira, presentan este espectáculo en el Teatro París, de Buenos Aires.

En 1935 comienza a apoyar con sus relatos a la joven publicación Leoplán dirigida por Ramón Sopena.

Fue contemporáneo de Carlos Reyles, Justino Zavala Muniz, Horacio Quiroga, Enrique Amorim, Francisco Espínola, Víctor Dotti y Montiel Ballesteros, y al igual que ellos, fue pieza esencial de esa generación de creadores literarios del Uruguay.

En sus últimos años, aquejado de una enfermedad psiquiátrica, se mantuvo alejado de la producción literaria. En ese sentido Tito Livio Foppa escribió
[...] llevando una vida atribulada por la adversidad y rota su moral, perdida su voluntad y oscurecida su mente, terminó sus días en una casa de salud.

El malevo


Yo no atrancaba la puerta
de mi rancho ni durmiendo...
para que?... si al lao de ajuera,
por malo que juece el tiempo
la enrrejaba de colmillos,
el coraje de mi perro
Cimarrón, medio atigrao
lo hallé perdido en las sierras,
boquiando de agusanao
malo como manga é piedra,
tuve que traerlo enlazao
pa' curarle las bicheras

Y ahí se quedó aquerenciao
compañero de horas lerdas
trotiando abajo el estribo
ni calculaba las leguas
y en donde aflojaba cincha...
se echaba a cuidar mis priendas.

Eso si... muy delicao
manosearlo ni le cuento
se ponía de ojo extraviao
y se le erizaba el pelo
con que tenia bien ganao
su apelativo....... ”El Malevo”

Que animal capacitao
pa'l trabajo en campo abierto
había que verlo al mentao
trajinando en un rodeo
de ser cristiano clavao
que era dotor ese perro.

¿yo echar tropilla al corral?
le chiflaba entre los dedos
Y embretao en el chiflido
Me los traíba clina al viento
Y era un abrojo priendido
A los garrones del trueno.

Una vez bandeando tropa
con mucha agua en el Río Negro
caí quebrao de un apretón
entre un remolino é cuernos
y me gano la mollera
la oscuridad y el silencio.

cuando volví a abrir los ojos
cruzaba una nube el cielo
gemidos y lambetazos
llegaban como de lejos
redepente compriendí
medio me senté en el suelo
para entregarle las gracias
“hermano de ésta te quedo debiendo”
no me halla ni el pan bendito
si no me sacas “Malevo”
y una inmensa gratitud
se me atracó en el garguero.

Gueno, la cosa pasó
yo dentre pa'l casamiento
hice el horno, la cocina...
mi rancho estiró un alero
y en su chúcara clinera
charqueó el arroró y el rezo

A los dos años
gateaba mi gurí sobre un peleo
o andaba por el guardapatio
priendido a la cruz del perro
ah!! porque él me le sacó
las cosquillas al Malevo.

Lo habrá tomao por cachorro
de su cría el pendenciero
le soportaba imprudencias
se priestaba pa' sus juegos
y ande amenazaba caerse
se le echaba bajo el cuerpo.

La cosa jue tan de golpe
que hasta me parece cuento
fue después de un mediodía
como pa' fines de enero
yo me había echao en el catre
pa' descabezar un sueño

La patrona trajinaba
prosiando con el borrego
y un redepente aquel grito
como de terror ¡ROSENDOOO!
Y ya me pelé pa'l patio
Manotiando un caronero.

Ella estaba contra el horno
Tartamudeando en silencio
Tenía el guricito alzao
tembloroso contra el pecho
y avanzando agazapao
como una fiera... mi perro.

Enseñaba unos colmillos como puñales
los pelos se le habían puesto de un modo
que costaba conocerlo
y en la brasa de sus ojos
se habían quemao los recuerdos.

De un salto me le puse en frente
le pegue el grito ¡MALEVO!
Le vi soltar una baba
Esta rabioso ROSENDO!
No te me acerques hermano
No te me acerques hermano
Echa pa' tras... echa pa' tras
¡ Fuera perro !!!

Redepente me saltó
ladié pa' un costao el cuerpo
y sentí como la mano
le topaba contra el pecho
y cayó casi sin ruido
como una jerga en el suelo.

cuando lo miré los ojos
se le habían puesto muy guenos
como dándome la gracias
se le acortaba el resuello
se arrastró .... lamió mis pieces
y me broto un lagrimeo.

No tenía pa' elegir
hermano tabas enfermo
fue por el cachorro sabes?
de no, no lo hubiera hecho !!
meneo la cola una vez, dos veces...
y quedó muerto.

Por eso es que desde entonces
no me gusta tener perro
y cuando voy de a caballo
me parece que lo siento
seguir abajo el estribo
trote y trote por el tiempo


Argentino Luna

Cuando yo me vaya


CUANDO YO ME VAYA

Cuando yo me vaya, no quiero que llores,
quédate en silencio, sin decir palabras,
y vive recuerdos, reconforta el alma.

Cuando yo me duerma, respeta mi sueño,
por algo me duermo; por algo me he ido.

Si sientes mi ausencia, no pronuncies nada,
y casi en el aire, con paso muy fino,
búscame en mi casa,
búscame en mis libros,
búscame en mis cartas,
y entre los papeles que he escrito apurado.

Ponte mis camisas, mi sweater, mi saco
y puedes usar todos mis zapatos.

Te presto mi cuarto, mi almohada, mi cama,
y cuando haga frío, ponte mis bufandas.
Te puedes comer todo el chocolate
y beberte el vino que dejé guardado.
Escucha ese tema que a mí me gustaba,
usa mi perfume y riega mis plantas.

Si tapan mi cuerpo, no me tengas lástima,
corre hacia el espacio, libera tu alma,
palpa la poesía, la música, el canto
y deja que el viento juegue con tu cara.
Besa bien la tierra, toma toda el agua
y aprende el idioma vivo de los pájaros.

Si me extrañas mucho, disimula el acto,
búscame en los niños, el café, la radio
y en el sitio ése donde me ocultaba.

No pronuncies nunca la palabra muerte.
A veces es más triste vivir olvidado
que morir mil veces y ser recordado.

Cuando yo me duerma,
no me lleves flores a una tumba amarga,
grita con la fuerza de toda tu entraña
que el mundo está vivo y sigue su marcha.

La llama encendida no se va a apagar
por el simple hecho de que no esté más.

Los hombres que “viven” no se mueren nunca,
se duermen de a ratos, de a ratos pequeños,
y el sueño infinito es sólo una excusa.

Cuando yo me vaya, extiende tu mano,
y estarás conmigo sellada en contacto,
y aunque no me veas,
y aunque no me palpes,
sabrás que por siempre estaré a tu lado.

Entonces, un día, sonriente y vibrante,
sabrás que volví para no marcharme.



(Argentina 1958- ) POEMAS CARLOS ALBERTO BOAGLIO
Poeta, narrador y dramaturgo de larga trayectoria. Gestor Cultural, director y actor teatral. Ha recibido innumerables premios y reconocimientos por su incesante trabajo en el ámbito local, provincial y nacional.
Nació en Las Varillas (provincia e Córdoba) el 1 de abril de 1958. Es profesor de Lengua y Literatura. Está radicado en Vicuña Mackenna, provincia de Córdoba, República Argentina, donde se dedica a la docencia y a la gestión cultural como Director de Cultura de la Municipalidad de Vicuña Mackenna.

Colaboración de Marga Grigera

Exvoto - Oliverio Girondo


Tal vez uno de los más famosos poemas eróticos de Buenos Aires incluido en la obra "20 poemas para leer en tranvía".

En Jovatolandia no nos privamos de nada.


Exvoto

Las chicas de Flores, tienen los ojos dulces, como las almendras azucaradas de la Confitería del Molino, y usan moños de seda que le liban las nalgas en un aleteo de mariposa. Las chicas de Flores, se pasean tomadas de los brazos, para transmitirse sus estremecimientos, y si alguien las mira en las pupilas, aprietan las piernas, de miedo de que el sexo se les caiga en la vereda.



Al atardecer, todas ellas cuelgan sus pechos sin madurar del ramaje de hierro de los balcones, para que sus vestidos se empurpuren al sentirlas desnudas, y de noche, a remolque de sus mamás –empavesadas como fragatas- van a pasearse por la plaza, para que los hombres les eyaculen palabras al oído, y sus pezones fosforescentes se enciendan y se apaguen como luciérnagas.



Las chicas de Flores, viven en la angustia de que las nalgas se les pudran, como manzanas que se han dejado pasar, y el deseo de los hombres las sofoca tanto, que a veces quisieran desembarazarse de él como de un corsé, ya que no tienen el coraje de cortarse el cuerpo a pedacitos y arrojárselo, a todos los que les pasan la vereda.


Oliverio Girondo - Buenos Aires, octubre, 1920

 Análisis
Compuesto por cuatro estrofas.
El significado de la palabra exvoto, se traduce como una ofrenda que se cuelga en las iglesias como reconocimiento a una donación. Así, el balcón en las paredes externas de las casas de Flores asemejan los exvotos colgados en las iglesias.
Utiliza el paralelismo “las chicas de Flores” al inicio de cada estrofa. De ellas va hablar en todo el poema. Habla de todas, como si todas fueran iguales y únicas a la vez.
Utiliza comparaciones “los ojos dulces como las almendras azucaradas...” , la fuerza de la imagen gustativa en la metonimia “ojos” por “mirada”, ...”de la confitería del Molino...”, completa la imagen con un lugar absolutamente porteño y característico.
Personifica a los moños como capaces de “libarles las nalgas” cuando de tan largos las rozan.
Nuevamente la “aliteración” del fonema “s” para describir la cadencia de los movimientos de las chicas de Flores: “... se pasean tomadas de los brazos, para transmitirse sus estremecimientos...”
Girondo proyecta sus propios sentimientos en ellas, “... el deseo de los hombres las sofoca tanto...”, él se siente sofocado por el deseo y lo transmite en todo el poema.
Utiliza la hipálage y la personificación “... sus vestidos se empurpuren al sentirlas desnudas...”
“...empavesadas como fragatas...”, neologismo que utiliza para describir a las chicas muy coquetas, como pavos reales con su cola colorida y seductora desplegada. A su vez, las compara con fragatas, con barcos con sus velas al viento. La fragata es el símbolo de una nave que lo puede transportar, llevarlo de viaje.
Imagen visual y comparación “... pezones fosforescentes como luciérnagas que se prenden y se apagan...”
A diferencia de otros escritores que utilizan la metáfora para no recurrir a palabras de directa connotación sexual, él las utiliza en medio de su retórica poética, como metáforas, como modo de transgresión del lenguaje clásico: “...miedo de que el sexo se les caiga a la vereda...”, “... pezones fosforescentes...”, “... eyaculen palabras al oído...”, “... las nalgas se les pudran...”
Culmina con una frase de gran fuerza y creatividad poética, y una aliteración de fonemas cortantes y fuertes la “j” y la “k” “... el coraje de cortarse el cuerpo a pedacitos y arrojárselo...”
El rasgo semántico sigue apareciendo y tomando protagonismo en todas las poesías de Girondo. Pero a su vez también la acompañan otros rasgos como en este caso el morfológico, ya que desarrolla una nueva palabra: empavesadas. Es una creación de un nuevo significado para la cadena de fonemas. Esta hace alusión a una postura que toman las chicas de flores, cuando quiere expresar que están “espléndidas, seductoras, etc.”, creemos que proviene de la postura del pavo real, en su momento de seducción.

Elogio al tranvía


Elogio al tranvía escrito por Nicolás Yerovi a solo unos meses de puesta en marcha la operación del "eléctrico" Lima-Chorrillos.(JCAF)

Paso el rato de alegría

más delicioso y mas franco

cuando por su estrecha vía,

el eléctrico tranvía

me conduce hasta el Barranco

Por la noche diariamente

Me dirijo a la estación

I atropellando a la gente

Me cuelo tranquilamente

En el pintado wagón.

(Dos tenorios) ¿Cierto? … ¡vamos!

I si nos descarrilamos

I si a solas nos hallamos…

-¡Pobre Rita!

-¡Pobre Rita!

(Dos muchachas, bis a bis

Comenzando a murmurar)

-te lo voi a relatar:

Figúrate tu que Luis

A la hora de pagar…

…………………………………

Allí no ahí libre un asiento

Donde poderse sentar

I voy de pie tan contento

I comienza el movimiento

I comienzo yo a gozar

Se alza el trolley, la campana

Da los golpes de rigor

I en su puesto el conductor

Imprime de mala gana

La velocidad mayor

Otro carro que regresa

Rápidamente atraviesa

Por la línea que esta al lado

I por un momento cesa

Todo dialogo empezado

Pasa, sigue el mosconeo

Aumenta la animación

I escuchando el charloteo

En elogiar me recreo

Tan grata locomoción

El tranvía por la vía

Se desliza suavemente

¡i es oír la algarabía

Que en el pintado tranvía

Va promoviendo la gente!

De alguna doble correa

Que prende del techo, asido

I firmemente tenido

En escuchar se recrea

Ciertos diálogos mi oído

¡que luz! ¡que trolley! ¡que va!

¡que campana tan sonada!

¡que asientos y que tranvía!

¡la vida en el pasaría

Sin moverme para nada!

-¡Hija, por Dios ten cuidado!

(es advertencia materna)

-¡Si voi bien!

-ya lo he notado

¡Ve que le das con la pierna

Al joven que va a tu lado! …

(Dos viejas) - ¿Virgen María!

-¡Que ratos tan placenteros!

-¡Que rapidez de tranvía!

-¡Lo que hacen los extranjeros!

-¡Lo que vemos hoy en día!

¿Qué es fácil? ¿Qué es probable?

¿Qué lo haga? ….. ¡No me conviene!

No será un choque probable

Pero una razón notable

Me ha escamado y me contiene

(Dos novios)

¡Te amo! ¡me encantas!

¡juntos felices seremos!

-¡Lo mismo habrás dicho a tantos!

-¡Ojala nos estrellemos

Para morir a tus plantas! …

¡Que marcha tan horrorosa!...

¡Baja el cristal que hace frio!...

¡tu cigarro hace que tosa!...

-(¡un choque, un choque Dios mío

Que me libre de mi esposa!)

He oído decir por gente

A la nueva empresa hostil

Que cuando viaja el Gerente

Al Barranco diariamente

¡ocupa el ferrocarril!......

A un olmo seco


Al olmo viejo, hendido por el rayo
y en su mitad podrido,
con las lluvias de abril y el sol de mayo
algunas hojas verdes le han salido.

¡El olmo centenario en la colina
que lame el Duero! Un musgo amarillento
le mancha la corteza blanquecina
al tronco carcomido y polvoriento.

No será, cual los álamos cantores
que guardan el camino y la ribera,
habitado de pardos ruiseñores.

Ejército de hormigas en hilera
va trepando por él, y en sus entrañas
urden sus telas grises las arañas.

Antes que te derribe, olmo del Duero,
con su hacha el leñador, y el carpintero
te convierta en melena de campana,
lanza de carro o yugo de carreta;

antes que rojo en el hogar, mañana,
ardas de alguna mísera caseta,
al borde de un camino;
antes que te descuaje un torbellino

y tronche el soplo de las sierras blancas;
antes que el río hasta la mar te empuje
por valles y barrancas,
olmo, quiero anotar en mi cartera

la gracia de tu rama verdecida.
Mi corazón espera
también, hacia la luz y hacia la vida,
otro milagro de la primavera.

Antonio Machado

El porque del mate

 
El mate no es una bebida, corazones de otro barrio. Bueno, sí. Es un líquido y entra por la boca. Pero no es una bebida. En este país nadie toma mate porque tenga sed. Es más bien una costumbre, como rascarse.
El mate es exactamente lo contrario que la televisión. Te hace conversar si estás con alguien, y te hace pensar cuando estás solo. Cuando llega alguien a tu casa la primera frase es "hola" y la segunda "¿unos mates?".
Esto pasa en todas las casas. En la de los ricos y en la de los pobres.
Pasa entre mujeres charlatanas y chismosas, y pasa entre hombres serios o inmaduros. Pasa entre los viejos de un geriátrico y entre los adolescentes mientras estudian. Es lo único que comparten los padres y los hijos sin discutir ni echarse en cara. Kirchneristas y antis ceban mate sin preguntar. En verano y en invierno. Es lo único en lo que nos parecemos las víctimas y los verdugos. Los buenos y los hijos de puta.
Cuando tenés un hijo, le empezás a dar mate cuando te pide. Se lo das tibiecito, con mucha azúcar, y se sienten grandes. Sentís un orgullo enorme cuando un pedacito de tu sangre empieza a chupar mate. Se te sale el corazón del cuerpo. Después ellos, con los años, elegirán si tomarlo amargo, dulce, muy caliente, tereré, con cáscara de naranja, con yuyos, con un chorrito de limón.
Cuando conocés a alguien por primera vez, te tomás unos mates. La gente pregunta, cuando no hay confianza:
¿ Dulce o amargo ?
El otro responde:
-Como tomes vos.
Los teclados de Argentina tienen las letras llenas de yerba. La yerba es lo único que hay siempre, en todas las casas. Siempre. Con inflación, con hambre, con militares, con democracia, con cualquiera de nuestras pestes y maldiciones eternas. Y si un día no hay yerba, un vecino tiene y te da.
La yerba no se le niega a nadie.
Éste es el único país del mundo en donde la decisión de dejar de ser un chico y empezar a ser un hombre ocurre un día en particular. Nada de pantalones largos, circuncisión, universidad o vivir lejos de los padres.
Acá empezamos a ser grandes el día que tenemos la necesidad de tomar por primera vez unos mates, solos. No es casualidad. No es porque sí. El día que un chico pone la pava al fuego y toma su primer mate sin que haya nadie en casa, en ese minuto, es porque ha descubierto que tiene alma. O está muerto de miedo, o está muerto de amor, o algo: pero no es un día cualquiera.
Ninguno de nosotros nos acordamos del día en que tomamos por primera vez un mate solos. Pero debe haber sido un día importante para cada uno. Por adentro hay revoluciones.
El sencillo mate es nada más y nada menos que una demostración de valores...
Es la solidaridad de bancar esos mates lavados porque la charla es buena,la charla, no el mate.
Es el respeto por los tiempos para hablar y escuchar, vos hablás mientras el otro toma y viceversa.
Es la sinceridad para decir: basta, cambiá la yerba!
Es el compañerismo hecho momento.
Es la sensibilidad al agua hirviendo.
Es el cariño para preguntar, estúpidamente, ¿está caliente, no?
Es la modestia de quien ceba el mejor mate.
Es la generosidad de dar hasta el final.
Es la hospitalidad de la invitación.
Es la justicia de uno por uno.
Es la obligación de decir "gracias", al menos una vez al día.
Es la actitud ética, franca y leal de encontrarse sin mayores
pretensiones que compartir.
Ahora vos sabes, un mate no es sólo un mate...
 
 
David Gleiser

Vamos al Baile


Mientras que la escritura es más planificada, carece de excesivas repeticiones y una vez que ha sido concretada no se puede dar marcha atrás, el código oral es más espontáneo, tiene posibilidades de ser reformulado y uno de sus rasgos más sobresalientes es la repetición no considerada como error, sino como la posibilidad de actualizar la memoria. Éstos últimos, aparecen abundantemente en el ámbito folclórico, como ejemplo se puede citar las coplas, las vidalas, los juegos de rondas, entre otros. Sin embargo, en mencionado ámbito, se asiste actualmente a un proceso por medio del cual se está llevando a la escritura todo este bagaje de oralidad por encontrarse en peligro de olvido. Desde este punto de vista, vemos cómo se van haciendo borrosos los límites entre oralidad y escritura en la literatura de tipo folclórica, la que por estos días es sumamente abundante y ha venido a enriquecer las literaturas regionales. Es decir, que puede afirmarse que el código escrito en las obras de tipo folclórica está preñado de oralidad, es decir, que su sentido reposa y fluye por medio del elemento oral. Por ello, muchas veces este tipo de obras son obras para ser escuchadas, exigiendo además del lector competencias –conocimientos- acerca de los textos orales para poder llenarlas de sentido. Cabe observar que muchas veces los autores de este tipo de escritura, no lo son en el sentido estricto de ese concepto -creadores de nuevas obras- pues realizan muchas veces el valioso trabajo de recoger obras populares para rescatarlas del olvido. En este caso, no es la creación el motivo ni el valor de la escritura, sino constituirse en el puente entre ambos códigos para perpetuar valores populares. Uno de los casos que podemos citar, entre los abundantes casos que existen en nuestro país, es el de Norberto Bordón, coplero de la provincia de Tucumán : 

Vamos al baile

(Ronda Folclórica)

_Vamos al baile
Dijo el Fraile
_No tengo ganas
Dijo la Rana
_Invitaremos al León
Dijo el Ratón
_Pero es muy lejos
Dijo el conejo
_De aquí hay cien leguas
Dijo la yegua
_¿Por qué camino?
Dijo el zorrino
_No por el cerro
Les dijo el perro
_Ha de ser un rancho
Dijo El carancho
_No tiene alero
Dijo el jilguero
_No ha de tener luz
Dijo el avestruz
_Si hay un candil
Dijo el alguacil
_Ganaremos la delantera
dijo la Pantera
_Y ¿si me aburro?
Les dijo el burro
_Si hay muchachas
Dijo la vizcacha
_Todas son viejas
Dijo la Comadreja
_Dejemos la lata
Dijo la gata
_A que me enojo
Les dijo el piojo
_Voy por la loma
Dijo la paloma
_Me duele el cogote
Dijo el chilicote
_Tengo sarampión
Dijo el gorrión
_Me duele el callo
Dijo el caballo
_Me ha roto la uña
Dijo la chuña
_Y a mí un diente
Dijo la serpiente
_Se me caen las gafas
Gritó la jirafa
_No vienen mis hijas
Dijo la lagartija
_¡Ay que bochinche!
Dijo la chinche
_¡Ay qué macana!
Dijo la Iguana

BORDÓN, Norberto “Cantor y coplero”, Fundación Tiempo de Compartir, Tucumán, 2005

*Las variaciones de uso de mayúsculas en los nombres de animales son propias del texto original.

Por Zulema Fonseca

Un sueño Mágico


En el campo argentino hace mucho pero muchos años, los niños aprendían hermosas rimas que les hacían más llevaderas las largas tardes de estío. De la mano del recuerdo y de la memoriosa estampa de Don Alfredo Xifró, y su cuñado Carlos Segura es que ha vuelto a mi memoria y a la de su hija, una prosa que hacía las delicias de los chicos en las pampas argentinas.

Un sueño mágico*

Soñé que había dos globos,

Sin saber a cual subir

A un punto me dirigí

En un viaje de dos años.

Me llevó a un país extraño

Donde los perros volaban,

Y las gallinas hablaban

De un modo muy singular,

Los gatos sabían bailar

Y los burros se afeitaban;

Había zorros pintores

Y mosquitos albañiles;

Zapateras alguaciles

Y comadrejas modistas;

Había chinches artistas

Bordador un dromedario,

Carnicero era un canario,

Y un tigre era dorador,

Y un cangrejo era doctor,

Y un tiburón boticario.

Una chancha muy coqueta

Se casó con un zorrino,

Y sirvieron de padrinos

La paloma y el zorzal;

Un hermoso pavo real

Era el cura en la ocasión.

Sacristán un lechuzón

Que se mataba de risa

En ver la chancha en camisa

Y el zorrino en polizón.

Yo también asistí al baile

Por ver cómo era el festín,

Un mono toca el violín,

La flauta una cucaracha,

Clarinete una vizcacha

Y el mandolín un ratón.

Un lagarto el acordeón

Y el otabi la gallina,

Un loro la concertina

Y un caballo el mandoleón.

Treinta parejas bailaban

En una sala espaciosa,

Una linda mariposa

Con un piojo compadrito

Bailaban puro tanguito

Con requiebre y con quebrada,

Una pulga había enojada

Que desde su asiento decía

Que le tenía simpatía

A un perro que la afilaba
 
  
*(del Cancionero tradicional argentino – Recopilación, Estudio Preliminar, Notas y Bibliografía de Horacio Jorge Becco, Librería Hachette S.A. – Buenos Aires


Recopilado por I. Moya, Romancero II, pag. 342

Está tomada del Legajo de la Provincia de Entre Ríos, Nro. 135. También la trae I. Pereda Valdés, Cancionero popular uruguayo, Nro. 143
 

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...
UA-15341775-1