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La herencia a pedal



Aunque me vaya un poco de tema y ahora resulte muy difícil de imaginar, son escasas las generaciones de mujeres que han conocido el pañal descartable.
Si, pañal dije.
Creamé, aunque usted no entienda que cuernos tienen que ver los pañales con los autitos a pedal, en algún momento le voy a juntar los dos temas.
Yo le puedo asegurar que la mayoría de las mamás que ha conocido la historia, dedicaba el tiempo entre teta y teta (para amamantar digo, no le hablo del espacio maravilloso que las separa) a lavar esos desagradables triángulos de tela de algodón que recibían nuestras bendiciones bajo una bombacha de goma que contenía cualquier posible gotera y que aunque usted no quiera o no pueda recordarlo, formaban parte también de la herencia que los hermanos mayores iban regalando a los críos que llegaban  aumentando la familia.
Junto con los pañales uno recibía, el resto de ropita, caballitos de madera, camioncitos de baquelita o muñecas sin cabeza, triciclos, bicicletas y, tal vez lo más importante de todo, el autito a pedal.
¿Vio que ya iba a llegar?
Es que me moría de ganas de recordar que antes no había descartables y uno  por aquellos tiempos, tampoco lo era.
 

Aquí en Argentina los autitos comenzaron a aparecer con la llegada de Eva Perón y su cruzada por el bienestar de los chicos. Puede que un poquito antes, durante la posguerra. 
No digo que algún hijo de ricachón no lo hubiera tenido antes gracias a un papá que se lo hacía traer de afuera o que lo mandaba a  fabricar en algún taller especializado en carrocerías de autos o en una bicicletería. Pero estoy seguro que recién cuando Eva Perón tomó en sus manos la protección de la infancia argenta,  el derecho a un juguete fue tal en Argentina, y es seguro también que si la Fundación Eva Perón no se lo regalaba, era porque su papá tenía un buen laburo y se lo podía comprar sin mayor problema.
Yo lo recibí de mi hermano y debo decir que venía mucho mejor cuidado que los pañales que me dejó de legado. 
Pero los primeros de éstos aparatos pedalíferos habían aparecido en Europa mucho antes que en Argentina, en aquella época en que el oficio del hojalatero era tanto o más importante que el del carpintero o el herrero. Cuando cualquier cacharro de cocina se podía hacer a mano y reparar una y otra vez hasta dejárselo emparchado y funcional a la próxima generación que habitara la cocina.
Claro, aún no existía la sociedad de consumo y las cosas se hacían para durar toda la vida.


Dicen que los primero autos a pedal no fueron fabricados como juguetes y ni siquiera estaban orientados a los niños. Parece que fueron una solución bélica.
Es que las graves recesiones económicas de principios del siglo XX, las guerras y las crisis energéticas terminaron agudizando la imaginación de la sociedad para encontrar soluciones alternativas cuando los recursos escaseaban. Pronto aparecieron en los países afectados por dichas crisis, extraños vehículos que circulaban cotidianamente por las calles, casi siempre en coincidencia con las restricciones de combustible y materiales que debían ser derivados hacia la industria bélica.


Tal vez el más conocido y exitoso auto a pedal fue el pequeño Velocar  que en la foto usted puede ver abriéndose paso camino de Hyde Park en Londres, eclipsado por los coches motorizados estacionados en la calle. Charles Mochet fue el fabricante de estos vehículos a pedales, de peso ligero, que se construían principalmente de dos plazas, sobre un chasis tubular de acero con ruedas de tamaño de bicicleta y una carrocería aerodinámica construida en madera.
La popularidad de los Velocar empezó a declinar a finales de los años 30, como consecuencia de la disponibilidad de vehículos con motor a precios muy económicos. Incluso el mismo Velocar terminó siendo motorizado con un pequeño corazón de un cilindro. Pero a raíz del estallido de la Segunda Guerra Mundial, cuando la gasolina llegó a ser casi imposible de conseguir, su venta repuntó espectacularmente.

Las versiones de autos a pedal para niños coinciden en el tiempo con éstas variando su localización geográfica ya que los primeros y más exitosos juguetes de este estilo vieron la luz en la industria norteamericana.


El interés por éstos coches de juguete a pedal se inició entonces a principios del Siglo XX y ha continuado sin cambios hasta nuestros días.
Los modelos originales actualmente son considerados auténticas joyas muy difíciles de encontrar en buenas condiciones, siendo siempre muy apreciados y mejor pagados por los coleccionistas, mientras que sus réplicas, mucho más baratas,  lo son por los niños y los adultos.
Los primeros correspondieron a tan solo 5 fabricantes principales: American National, Gendron, Steelcraft, Garton y Toledo wheel.


Los modelos más exclusivos empezaron a verse a partir de los años 20 y 30 , siendo actualmente muy difícil de encontrar algún superviviente de esa época en buenas condiciones, debido principalmente  a la destrucción originada por el óxido. No obstante hay en el mercado norteamericano algunos coleccionistas que poseen modelos muy bien mantenidos y colecciones dignas de ser admiradas.


Éstos coches de pedales de los años 20 y 30 son una parte importante de nuestra historia, ya que se trasladaron de las calles, jardines y parques donde sus dueños jugaron con ellos a las salas de estar, dormitorios y salones como objetos de decoración y exposición. De hecho, es lindo verlos debajo de los árboles de Navidad en el comedor o en el recibidor de muchos hogares, porque sea donde sea el lugar en el que coloque su coche a pedales, siempre será motivo de conversación y admiración.


Aquí en Buenos Aires no es raro encontrarlos en las ferias y mercados de antigüedades, mientras que en las  bicicleterías se pueden encontrar los de fabricación local a precios muy acomodados. Yo mismo adquirí un VW escarabajo naranja realizado en fibra de vidrio, para mi hijo y sé que ha pasado de primos a primos como herencia del pasado imposible de rastrear.


Pero a diferencia de lo que uno puede llegar a comprar para su uso normal como juguete, los primeros modelos que fueron fabricados resultan muy caros debido principalmente a su historia, tal y como un coche clásico, aunque hay actualmente en el mercado muchas réplicas, a menudo fabricadas con exactas especificaciones y con un nivel de calidad ciertamente alto, como para darnos el gusto.
A título de curiosidad aquí les dejo un pequeño listado donde se muestran los valores de algunos modelos originales, donde se puede ver el año de fabricación y su cotización aproximada en la actualidad expresada en Euros €, Las imágenes con que las acompaño son simplemente a título ilustrativo y corresponden a modelos nuevos, y baratos,  basados en los originales:


1.1940 Spitfire Pursuit 1800,00 €


2.1941 Sports Racer 2400,00 €



3.1960 Deportivo de época 3800,00 €


4.1949 Comet Taxi, Policía 1400,00 €


5.1930 Camión Bomberos 2300,00 €


6.1948 Comet (Rosa & Azul) 1900,00 €


7.1930 Triciclo 2700,00 €


8.1922 Model T Ford 2600,00 €

Nuevo o usado no existe una sensación más gratificante que recorrer las veredas montado en una de éstas máquinas, disfrutando de la velocidad y la melena al viento. Para quien tenga melena, claro...
Si no me cree, mire las caritas que han quedado resguardadas del paso del tiempo y que no hacen otra cosa que reflejar las nuestras.

Mujer tenía que ser...
Esperando la grúa
Y de grande tachero
Bony sin Clyde
Rebelde sin causa
Con motor de cuatro patas
Manéjese con chupete
Para sentirse grande
La F1 en su apogeo
El viejo Ford T
Tractorcito campero
 Mejor me voy pedaleando...

Taluego.

5 comentarios:

noah dijo...

Que maravilla de entrada. Bien escrita, con esa nostalgia dulce, que parece una balada, y con unas fotografias excelentes, que vaya dios a saber, de donde saca ud. tantos tesoros.

Le admiro, socio.

OPin dijo...

Es un original BlogOPin.ar que he traído para estos lados debido a su antigüedad.

Y mire que mi foto de pequeño manejando mi autito no la he puesto porque me ha dado pereza buscar en los cajones.

Cariños socia

Anónimo dijo...

Hola te felicito por la historia esmuy lindo ver que siguen vivos esos recuerdos,te quiero pedir un favor tengo un ford t marca broaway y lo quiero restaurar esta muy pero muy complto pero no encuentro nada ni fotos de ese auto en especial ,me podrias guiar donde puedo buscar algo ? desde ya mil gracias ,mi correo es juliopasionchivo@hotmail.com

Anónimo dijo...

Muy interesante tu comentario, muy bien relatado, y con un condimento historico atrapante y enriquecedor. No comparto para nada tu observacion de Evita, ya que fue quien empezo junto con Peron a arruinar este pais. Y nunca dio nada a nadie de su bolsillo, era plata del pais. Saludos.

Anónimo dijo...

Hola Muy lindo y nostalgioso, muy bueno todo, era el propietario del american mational del año 38 blanco que esta fotografiado en mi patio de ladrillos en mi casa de llavallol donde me dedique varios años a restaurar y replicar autos Austin el patfhinder y J40, no tuve suerte en este país y todos mis autitos memos uno se fueron afuera, aun tengo un patfhinder original y algunas cosa de los J40 que estoy por empezarlos a hacer de nuevo eléctricos con motor y en plástico reforzado, dispongo de muy lindas fotos de los que hice como para engalanar esta preciosa pagina de nostalgia y algunas historias dignas ser contadas como donde termino mi american mational de la foto de tu portada, gracias Gustavo Bouchoux 10/8/15

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