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Canada dry


Sé que me acordaré de un cielo raso
donde las manchas de humedad eran un gato, un número, una mano cortada.

Sé que me acordaré del ruido
de un water en alguna habitación lejana del hotel,
su triste catarata de bolsillo, su inevitable recurrencia.

Chacun ses madeleines, chacun ses Albertines.

Serás por siempre imán de imágenes,
las más turbias y vanas me traerás con el gesto
que en la caliente oscuridad del cuarto
era encender los cigarrillos del hartazgo,
ver asomar nuestros desnudos cuerpos flanco a flanco,
las más pequeñas turbias cosas,
una uña lastimada que te dolía tanto, el triste
rito de ir a lavarte y regresar, las servidumbres.

Tan sólo compartimos los bares y las calles
antes de amarnos contra tres espejos:
¿qué más podría darme tu recuerdo?

Pero yo sé guardar y usar lo triste y lo barato
en el mismo bolsillo donde llevo esa vida
que ilustrará las biografías. Ve, pequeño fantasma,
el baño está ahí al lado,
yo fumaré esperándote,
empezaremos otra vez. El cielo raso
dibuja un gato, un número, una mano cortada.
Julio Cotázar

El cartero en su día

El Correo Oficial de la República Argentina Sociedad Anónima, conocido también como por su denominación comercial «Correo Argentino» (denominación que se origina en el periodo de privatización) es la empresa estatal que se encarga del servicio postal en la Argentina.

La historia del correo en Argentina se remonta al 14 de mayo de 1514, con la creación del Correo Mayor de Indias con sede en la ciudad de Lima.

Bajo el reinado del rey Carlos III se decidió indemnizar al Correo Mayor, Fernando de Carvajal y Vargas, conde de Castillejo y el servicio postal pasó a formar parte de la Corona española.

Debido a la creciente actividad comercial se necesitaba instalar un servicio postal en Buenos Aires. Domingo Basalvibaso gestionó el permiso necesario para instalar el servicio en la región a cargo de un Teniente del Correo Mayor, designado por el Titular en Lima.

A partir del 1 de julio de 1769 empezó a operar oficialmente el servicio que con el tiempo se extendió hasta extender las carreras de postas uniendo Buenos Aires con Potosí y tiempo más adelante con Santiago de Chile.

Bruno Ramírez fue el primer cartero designado del correo. Este oficio no existía y apenas se implementaba el servicio en el Virreinato del Río de la Plata. Ramírez tomó posesión de su cargo el día 14 de septiembre de 1771, fecha en que se celebra en Argentina el Día del Cartero.

El Correo desempeñó un papel importante durante la Revolución de Mayo ya que mediante este servicio se repartieron partes y órdenes de la Primera Junta. El señor Melchor de Albín fue el primer Administrador del servicio designado por la Primera Junta de Gobierno en junio de 1810.

En el año 1826, durante la presidencia de Bernardino Rivadavia el servicio fue nacionalizado mediante una ley aprobada por el Congreso General Constituyente de las Provincias Unidas del Río de la Plata, denominándose a partir de esa fecha Dirección General de Correos, Postas y Caminos, organismo que quedó a cargo del señor Juan Manuel de Luca, quien estuvo en ese cargo durante 32 años, siendo entonces sucedido por Gervasio Antonio de Posadas, quién instaló los primeros buzones de la Ciudad de Buenos Aires, redactó el Reglamento del Servicio de carteros y fijó un nuevo valor, más económico, de las tasas postales.

En 1874 es elegido como sucesor de Posadas Eduardo Olivera, quien continuó el trabajo, elaborando el nuevo reglamento de Telégrafos y proyecto la Ley N°. 816 de renovación de los servicios postales. Durante administraciones posteriores se implementaron los servicios de encomiendas, giros postales, valores declarados y carta certificada.

Entre 1853 y 1856 el Correo dependió del Ministerio de Hacienda, luego dependió del Ministerio del Interior y el 13 de junio de 1944 el Poder Ejecutivo dispuso la autonomía del Correo pasándose a denominar Dirección General de Correos y Telecomunicaciones.

El 26 de enero de 1949 el Gobierno pasó el mando del Correo a la recién creada Secretaría de Correos y Telecomunicaciones de la Nación, que luego pasó a ser el Ministerio y finalmente la Secretaría de Estado de Comunicaciones.

La Empresa Nacional de Correos y Telégrafos (ENCOTEL) fue una empresa pública argentina creada en 1972 que prestaba servicio postal, telegráfico y monetario, sucediendo a la Secretaría de Estado de Comunicaciones. Durante el llamado Proceso de Reorganización Nacional (1976/1983), se permitió la actividad de empresas privadas en el servicio de correos y encomiendas en el marco de un proceso de apertura económica, si bien la prestación del Servicio Postal Universal continuó estando exclusivamente en manos de la empresa estatal. En 1992, durante el gobierno de Carlos Menem, fue convertida en la Empresa Nacional de Correos y Telégrafos S.A. (ENCOTESA), constituyéndose en Sociedad Anónima como paso previo a una privatización.

 http://blogopinar.blogspot.com.ar/2011/02/el-correo-argentino-y-sus-buzones.html
Wikipedia

LAS PARTES MÁS FAMOSAS DEL CUERPO HUMANO


Las partes más famosas del cuerpo humano han sido:
El Talón de Aquiles, la nariz de Cleopatra, las piernas de la Mistinguette, la palma de Mallorca, el pie de Atleta, la mano de bleque, el ojo del amo, la cara de Piedra, el pelo de zonzo, la Garganta del Diablo, el ojo de la tormenta, la nuez de Adán y el culo del mundo.

El abdomen es la parte situada entre el tórax y la pelvis, de gran utilidad para guardar un montón de órganos que no podrían estar en otro sitio. De la parte de afuera, lo más interesante que tiene el abdomen es el ombligo, que lleva siempre una persona alrededor. Eso sin despreciar los ya mencionados tórax y la simpática pelvis, sobre todo cuando la
vemos en determinados cuerpos femeninos.

Hemos avanzado mucho en esta materia y dentro de poco estaremos en condiciones de obtener la estructura genética de una buena persona. Todavía no se sabe seguro cuando ocurrirá, pero será sin duda antes que hayamos definido qué es una buena persona.

No sólo la ingeniería genética ha progresado. También los trasplantes, aunque los especialistas aún no han sido capaces de hacer de tripas corazón. Los cardíacos no son gente de buen corazón y éste es un órgano que cuando suena, para toda la orquesta. Observemos que el corazón trabaja mientras la vesícula se la pasa haciendo cálculos. Pero no se preocupen por el corazón, les va a durar toda la vida.

Sabemos que el hombre que tiene corazón de oro, músculos de acero, voluntad de hierro y pies de plomo, puede especializarse en mineralogía, y al de cabeza de chorlito, cara de perro, vista de lince y estómago de avestruz, le va a resultar conveniente dedicarse a la zoología.

No es fácil saber mucho sobre medicina, más aún considerando la cantidad de órganos que hay, pero nos consta que el que pierde el ojo derecho tiene la mirada siniestra, que los especialistas en enfermedades nerviosas no tienen pacientes, que los dermatólogos van derecho al grano y que si el cerebro fuera tan simple para comprenderlo, nosotros seríamos tan simples que no nos podríamos comprender.

Sin embargo, los no iniciados en el arte de Hipócrates, algo hemos avanzado. No ignoramos que una hemiplejia es grave, según del lado que se la mire y que el lugar más seguro para encontrar una mano que nos ayude, es en el extremo de uno de nuestros brazos.

Siempre nos quedan algunas dudas, por ejemplo:
¿Cómo harán los médicos chinos para diagnosticar la ictericia?…
¿Cómo se presenta la palidez en los enfermos africanos?…
En los últimos tiempos hemos aprendido varias cosas:
Las varices son venas que se quieren hacer ver, que la vejez es mejor que estar muerto y que la definición de enfermo terminal puede provenir de terminar mal.

Además, un descubrimiento trascendente: todo aquello que el médico no consigue curar se llama virus, que viene a ser el hijo del matrimonio formado por un microbio y la nada.

En definitiva, la vida es dura… y no dura. Viene a ser una sucesión de agujeros. El último, con tapa. Vivamos todos los días como si fuera el último, alguna vez lo será…"
César Bruto


Nacido en 1905, su primer oficio fue el de carpintero hasta que un pequeño accidente lo obligó a cambiar de rumbo. Fue Conrado Nalé Roxlo quien le dio su primera oportunidad en el periodismo, sumándolo al equipo de colaboradores permanentes del diario Crítica. Tras varios años de entrenamiento, el humor fue ganando espacio definitivo en su escritura. A partir de la década del 30 fue colaborador y director de algunas de las publicaciones más leídas de la Argentina: Mundo Argentino, Aquí está, El Mundo, Patoruzú, Cascabel,Rico Tipo, Satiricón, Leoplán, Vea y Lea, Clarín. Ya en la década del 40 comienza a editarse la revista Cascabel y allí publica por primera vez el personaje que lo llevará a la fama. Se trata de César Bruto, redactor iletrado que le sirve al autor para ejercer con fuerte desparpajo distintos registros culturales desde una perspectiva analfabeta. Bajo su firma no ha dejado género sin parodiar: la historia, la crítica de cine, la autobiografía, el periodismo, la poesía gauchesca, la lírica del tango, la medicina e incluso las fábulas con aires a Esopo son algunos de los matices de su paleta, siempre punzante, siempre ejercida desde la periferia.
Según cuenta el propio Warnes, la aparición inaugural de su personaje se debió a una sequía de ideas. Le habían encargado un editorial, no se le ocurría nada y entonces presentó un texto plagado de errores ortográficos y gramaticales atribuidos al hijo pequeño del redactor, que supuestamente se encontraba enfermo. La ocurrencia gustó mucho al director de la revista y el personaje, del que Warnes ya no se separaría, encontró un lugar permanente en la publicación. Desde el primer número, César Bruto fue ilustrado por Oski.
Sus trabajos en dupla con el famoso dibujante, que se extienden por más de dos décadas, continúan en Rico Tipo, tras el cierre de Cascabel, donde juntos hacen el "periódico" Versos y Notisias (sic), desopilante sección de un humor que pulsa la cuerda de, entre otras, corrientes tan aparentemente distantes como el costumbrismo y el surrealismo. Colabora también en muchas otras publicaciones, entre las que se cuentan las revistas Vea y lea y Tía Vicenta, o el diario Clarín y Radiolandia-2000.
En Rico Tipo también publica como Napoleón Verdadero las Historias de Lío Tras Lío, historias que a través de un reino imaginario le permiten reírse de los dislates de la política de su propio país y, por qué no, de cualquier otro.
En la misma cuerda política, escribe a partir de 1960 y durante 10 años los guiones del programa televisivo de Tato Bores.
En radio, trabajó junto a Betty Elizalde en el recordado ciclo "Y a mí... por qué me escucha?" por Radio Splendid en 1978.
Muere en Buenos Aires el 2 de julio de 1984.

Fábula del pelotudo


Se cuenta que en una ciudad del interior, un grupo de personas se divertían con el pelotudo del pueblo. Un pobre infeliz de poca inteligencia, que vivía haciendo pequeños mandados y recibiendo limosnas. Diariamente, algunos hombres llamaban al pelotudo al bar donde se reunían y le ofrecían escoger entre dos monedas: una de tamaño grande de 50 centavos y otra de menor tamaño, pero de 1 peso. Él siempre agarraba la más grande y menos valiosa, lo que era motivo de risas para todos. Un día, alguien que observaba al grupo divertirse con el inocente hombre, lo llamó aparte y le preguntó si todavía no había percibido que la moneda de mayor tamaño valía menos y éste le respondió: - Lo sé, no soy tan pelotudo..., vale la mitad, pero el día que escoja la otra, el jueguito se acaba y no voy a ganar más mi moneda. Esta historia podría concluir aquí, como un simple chiste, pero se pueden sacar varias conclusiones:


La primera: Quien parece pelotudo, no siempre lo es.


La segunda: ¿Cuáles eran los verdaderos pelotudos de la historia?


La tercera: Una ambición desmedida puede acabar cortando tu fuente de ingresos


La cuarta: (pero la conclusión más interesante) Podemos estar bien, aun cuando los otros no tengan una buena opinión sobre nosotros. Por lo tanto, lo que importa no es lo que piensan los demás de nosotros, sino lo que uno piensa de sí mismo


MORALEJA:


"El verdadero hombre inteligente es el que aparenta ser pelotudo delante de un pelotudo que aparenta ser inteligente"


Roberto Fontanarrosa

No se me importa un pito...


No se me importa un pito que las mujeres tengan los senos como magnolias o como pasas de higo; un cutis de durazno o de papel de lija. Le doy una importancia igual a cero, al hecho de que amanezcan con un aliento afrodisíaco o con un aliento insecticida. Soy perfectamente capaz de soportarles una nariz que sacaría el primer premio en una exposición de zanahorias; ¡pero eso sí! —y en esto soy irreductible— no les perdono, bajo ningún pretexto, que no sepan volar. Si no saben volar ¡pierden el tiempo las que pretendan seducirme! 
Ésta fue —y no otra— la razón de que me enamorase, tan locamente, de María Luisa. 
¿Qué me importaban sus labios por entregas y sus encelos sulfurosos? ¿Qué me importaban sus extremidades de palmípedo y sus miradas de pronóstico reservado?

¡María Luisa era una verdadera pluma! 
Desde el amanecer volaba del dormitorio a la cocina, volaba del comedor a la despensa. Volando me preparaba el baño, la camisa. Volando realizaba sus compras, sus quehaceres. 
¡Con qué impaciencia yo esperaba que volviese, volando, de algún paseo por los alrededores! Allí lejos, perdido entre las nubes, un puntito rosado. ¡María Luisa! ¡María Luisa!... y a los pocos segundos, ya me abrazaba con sus piernas de pluma, para llevarme, volando, a cualquier parte. 
Durante kilómetros de silencio planeábamos una caricia que nos aproximaba al paraíso; durante horas enteras nos anidábamos en una nube, como dos ángeles, y de repente, en tirabuzón, en hoja muerta, el aterrizaje forzoso de un espasmo. 
¡Qué delicia la de tener una mujer tan ligera..., aunque nos haga ver, de vez en cuando, las estrellas! ¡Qué voluptuosidad la de pasarse los días entre las nubes la de pasarse las noches de un solo vuelo!
Después de conocer una mujer etérea, ¿puede brindarnos alguna clase de atractivos una mujer terrestre? ¿Verdad que no hay una diferencia sustancial entre vivir con una vaca o con una mujer que tenga las nalgas a setenta y ocho centímetros del suelo? 
Yo, por lo menos, soy incapaz de comprender la seducción de una mujer pedestre, y por más empeño que ponga en concebirlo, no me es posible ni tan siquiera imaginar que pueda hacerse el amor más que volando.


Oliverio Girondo - Espantapájaros (1932)




Oliverio Girondo nació el 17 de agosto de 1891 en Buenos Aires en el seno de una familia adinerada. Sus padres, Josefa Uriburu y Juan Girondo, le permitieron desde niño viajar a Alemania, Italia, Bélgica y España. En Buenos Aires vivió sus primeros días en la calle Lavalle 1035.

Debido a estos viajes, parte de sus estudios secundarios fueron realizados en Inglaterra (Londres) y en el Colegio Albert Le Grand en Acueil de Francia, país en el que entabló amistad con el poeta Supervielle, con quien asistiría a manifestaciones surrealistas.

Una vez radicado en Buenos Aires, recibe su título de abogado.

En 1930 recorre el Nilo desde Egipto hasta el lago Victoria, y visita Marruecos.

En 1919 concurre a las tertulias de José Ingenieros en el hotel París.

A los 20 años dirige el periódico artístico literario "Comoedia" con René Zapata Quesada y Raúl Monsegur.

En 1922 publica en una tirada limitada, impresa en Francia, "Veinte poemas para ser leidos en el tranvia", que incluye ilustraciones realizadas por él mismo.

En 1924 participa en el periódico "Martin Fierro" junto a Samuel Glusberg y Evar Mendez. Allí publica diversos poemas y realiza hasta 1926 una serie de aforismos denominados "Membretes"

"Los bustos romanos serían incapaces de pensar si el tiempo no les hubiera destrozado la nariz."

Participó en las revistas que señalaron la llegada del ultraísmo (la primera vanguardia que se desarrolló en Argentina), como Proa, Prisma y Martín Fierro, en las que también escribieron Jorge Luis Borges, Raúl González Tuñón, Macedonio Fernández y Leopoldo Marechal, la mayoría de ellos del Grupo de Florida que en contraposición al Grupo de Boedo se caracterizaba por su estilo elitista y vanguardista.

Girondo fue uno de los animadores principales de ese movimiento. Y ejerció influencia sobre poetas de las generaciones posteriores, entre ellos el surrealista Enrique Molina, con quien tradujo Una temporada en el infierno, de Arthur Rimbaud.

Sus primeros poemas, llenos de color e ironía, superan el simple apunte pintoresco y constituyen una exaltación del cosmopolitismo y de la nueva vida urbana e intentan una crítica de costumbres.

En 1925 publica su segundo libro, "Calcomanías", y la edición de bolsillo de "Veinte poemas..."

En 1926, en un almuerzo organizado en honor a Ricardo Güiraldes, conoce a Norah Lange, poeta con la cual se casa en 1943 y con quien emprendería innumerables viajes.

En 1932, para la publicación de "Espantapájaros", lleva a cabo una extraña campaña publicitaria. Girondo realiza una réplica en papel maché del «espantapájaros-académico» que el pintor Bonomi había diseñado para la tapa del libro. El espanatapájaros fue colocado, según cuenta Norah Lange, «en una carroza coronaria -de esas que llevan las flores y van detrás del coche fúnebre- tirada por seis caballos, con su auriga y lacallos, vestidos según la moda Directorio, apostados a cada lado». Además, alquiló un local en la calle Florida atendido por muchachas hermosas y llamativas para la venta del libro. La experiencia publicitaria resultó un éxito y el libro se agotó en un mes. El muñeco, que durante años presidió la entrada de su casa de Suipacha al 1444, hoy puede visitarse en el Museo de la Ciudad de Buenos Aires.

Desde 1934 mantuvo una importante amistad con Pablo Neruda y Federico García Lorca, quienes por esa época se hallaban en Buenos Aires.

En 1937 publica "Interlunio" por Editorial Sur, y en 1942 "Persuasión de los días".

En 1946 publica el poema "Campo nuestro"

A partir de 1950 comenzó también a pintar con una orientación surrealista, aunque nunca expuso sus cuadros.

Acerca de su último libro, "En la masmédula" (1953), Enrique Molina señaló: "Hasta la estructura misma del lenguaje sufre el impacto de la energía poética desencadenada en este libro único. Al punto que las palabras mismas dejan de separarse individualmente para fundirse en grupos, en otras unidades más complejas, especie de superpalabras con significaciones múltiples y polivalentes, que proceden tanto de su sentido semántico como de las asociaciones fonéticas". Algunos críticos relacionaron este último gesto vanguardista de Girondo con un libro igualmente desesperado, constructor y destructor del sentido: "Trilce", del peruano César Vallejo.

Sus autores favoritos eran Remy de Gourmont, Rubén Dario, Nietzsche. Su mentor fue su hermano Eduardo.

"Su poesia no es fácil y menos tranquilizadora, tiene el caracter inquietante de toda exploración de lo desconocido y significa el esfuerzo de un hombre que intenta penetrar en la densidad de lo indecible, para volver con su cosecha y ofrecerla como mensaje"
Entre sus numerosas amistades figuran Salvador Dali, Macedonio Fernandez, Rafael Alberti, Gómez de la Serna (quien publicó un ensayo sobre Girondo en "Retratos Contemporaneos")y Aus Keller (con quien asistía a tertulias llamadas "Peñas" de la revista "Martín Fierro")

En 1961 sufrió un accidente que lo dejó imposibilitado físicamente. Murió el 24 de enero de 1967.
Fuente wikipedia.

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